Por Merijn Zeeman es el principal director deportivo de Visma-Lease a Bike y conoce bien la personalidad de Primoz Roglic, lo que le permite afirmar que entendió, hace mucho tiempo, que sería muy difícil que las ambiciones del esloveno y las de Jonas Vingegaard se complementaran tras el éxito del danés en el Tour de Francia.
“He tenido muchas conversaciones con Primoz en los últimos años. Cuando Jonas destacó, algo cambió en Primoz. Por un lado, le gustó mucho y estaba muy orgulloso del desarrollo del equipo. Pero, por otro lado, se sintió muy motivado por ganar. Esa es su verdadera motivación para hacer todo”, dijo Zeeman a In de Leiderstrui.
Vingegaard acabó segundo en el Tour de Francia de 2021 y, después de que Roglic abandonara el Tour en 2022 -tras ayudar también al danés-, Vingegaard ganó el maillot amarillo en París. En 2023, Vingegaard se mostró igual de fuerte y dio todas las señales de querer seguir intentando llevarse el Tour, algo que sucedió, y que era la principal ambición de Roglic tras ganar lel Giro de Italia.
“Sentí que para Primoz cada vez era más difícil. Pero tampoco quería dejarlo ir, porque era muy importante para nosotros”, dice Zeeman.
Los dos no se separaron por malas relaciones, sino porque el esloveno sentía que ya no tenía grandes posibilidades de liderar al equipo en el Tour de Francia en sus propios términos. Por tanto, fue necesario para el esloveno cambiar de equipo.
Roglic todavía tenía contrato en vigor, pero lo rescindió amistosamente y se incorporó al BORA-hansgrohe, que, mientras tanto, anunció su alineación para el Tour, con gran foco en ese objetivo. “Sé que Jonas puede ganar a cualquiera, pero también sé que Primoz nos ganará muchas veces. En algunas finales es casi imposible ganarle”, afirma el dirigente del Visma.
Fotos: Visma-Lease a Bike Twitter / BORA-hansgrohe Twitter
