Tadej Pogacar no ganó la Milán-San Remo. El esloveno fue tercero, superado por Jasper Philipsen y Michael Matthews en el sprint final en Via Roma.

Pero no fue por falta de intentos de deshacerse de la competencia en la subida a Poggio. Tras una aceleración en los últimos cientos de metros, Pogacar acabó por delante en la emblemática subida final del primer ‘monumento’ de la temporada junto a Mathieu van der Poel, pero en la bajada el dúo fue adelantado por un grupo de perseguidores.

Aún así, el ganador del Tour de Francia en 2020 y 2021 tuvo una curiosa declaración a su llegada: “Esta fue una de las carreras más fáciles de mi vida. Especialmente en las primeras horas, no me costó nada. Tenía unas piernas realmente fabulosas”, comenzó afirmando Pogacar.

“Teníamos un plan y lo ejecutamos, pero perdimos elementos en Cipressa y luego…”, explica Pogacar, refiriéndose a sus compañeros en la penúltima subida (5,6 km al 4,1%). Sólo Isaac del Toro y Tim Wellens estuvieron ahí para apoyarlo.

“Por eso no pudimos hacer la subida a Poggio lo suficientemente difícil”, añade. Sin embargo, el ganador de la última Strade Bianche no está menos satisfecho con el resultado.

“Como dije antes de la carrera, todo tiene que ser perfecto para poder ganar aquí. Hoy no ha sido así, así que tengo que estar satisfecho”, recalcó. Y feliz de compartir “uno de los mejores podios que he tenido”, afirmó.

“Jasper [Philipsen] y Michael [Matthews] son ​​buenos amigos. Estoy muy contento de perder contra ellos. Este podio fue uno de los momentos más felices de mi vida. Pero volveremos el año que viene para intentar ganar”. concluye Pogacar.

Créditos de imagen: UAE Team Emirates – Sprint Cycling Agency – https://twitter.com/TeamEmiratesUAE/status/1769100508415889557/photo/1

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