El sector adoquinado estratégico de la París-Roubaix, el famoso Trouée de Arenberg, deberá ser abordado por el pelotón, en esta edición del monumento, a menor velocidad que en años anteriores.

Según información revelada por el diario L’Équipe, la Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA), principal sindicato de corredores, pidió a la organización de la clásica francesa que encontrara una solución para frenar la velocidad de las bicicletas en la entrada de Arenberg.

“La idea es crear curvas para frenar el pelotón y alargarlo, un poco como el sistema de chicanes en las pistas de coches y motos”, explica Thierry Gouvenou, director de la París-Roubaix.

Por su parte, la Organización Deportiva Amaury (A.S.O.), empresa que promueve el evento, realizó el pedido a las autoridades locales, pero aún no se ha construido nada, aunque estamos a unos días de ello.

Tras escuchar las exigencias de la CPA, Thierry Gouvenou advirtió, sin embargo, que la instalación de tales obstáculos antes de la Troué de Arenberg podría causar problemas al pelotón, debido a las frenadas más fuertes que serían necesarias.

“Los corredores me dijeron que prefieren frenar más fuerte, a riesgo de caer sobre el asfalto, que entrar en el mítico sector del bosque de Arenberg a 60 km/h”, concluye el ex corredor, que obtuvo el séptimo puesto en la edición de 2022 del Infierno del Norte.

Créditos de la imagen. Paris-Roubaix Twitter – https://twitter.com/parisroubaix/status/1773406755633987748/photo/3

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