El Jumbo-Visma se lanzó al ataque ayer en la primera gran etapa de los Alpes del Tour y tuvo éxito de inmediato. Enorme, y por lo tanto inesperado. Los corredores del potente equipo holandés, uno tras otro, pusieron en práctica la estrategia de arrebatarle el liderato a Tadej Pogacar, hasta ayer gran dominador de la carrera francesa, y lo consiguieron de la mano del danés Jonas Vingegaard, el nuevo maillot amarillo.

Esta misión concertada implicó sacrificios y ‘bajas’ entre el escuadrón Jumbo. Uno de ellos era el primer líder del equipo en este Tour, Primoz Roglic, pero una caída y la consiguiente pérdida de tiempo en la etapa de pavé habían puesto en entredicho sus pretensiones de triunfar en la cita que se le escapa desde hace tres años.

Roglic: La verdad es que me rompí, pero me da igual, porque lo di todo”

El esloveno fue uno de los principales protagonistas en el asalto de su equipo a Pogacar, atacando en varias ocasiones en los ‘cols’ del Telegraph y Galibier, lo que obligó al compatriota a realizar un gran esfuerzo.

“Es un muy buen día para nosotros”, dijo Primoz Roglic con una sonrisa sincera tras la etapa “¿Cómo hicimos fracasar a Pogacar? Lo dimos todo. Fue difícil, pero al final ganó el más fuerte. Cuando lo atacamos , podríamos meterlo en problemas”, explicó.

“La verdad es que me rompí, pero me da igual, porque lo di todo”, concluyó Roclig, ahora 14º de la general, a casi 14 minutos de su compañero.

Van Aert: “Hemos hecho sufrir al equipo de Pogacar”

Wout van Aert fue un elemento más en la trampa tendida para Tadej Pogacar. Lanzado a la pista desde el inicio de la etapa, el belga cruzó la cima de Galibier en cuarta posición y en la bajada esperó primero a Vingegaard y luego a Primoz Roglic, que iba en un grupo más retrasado, devolviendo al esloveno a la Grupo Pogacar. Luego se puso a trabajar durante los kilómetros previos al Col du Granon, reduciendo la desventaja del entonces líder de etapa Warren Barguil (Arkéa-Samsic) y ayudando a Jonas Vingegaard a ganar esta etapa legendaria.

Tras vestir ‘su’ maillot verde en el podio, Van Aert comentó las incidencias. “Fue un gran día. Estábamos preparados, queríamos ganar el maillot amarillo”, dijo.

“Empezamos atacando con Primoz [Roglic], con el objetivo de hacer sufrir al equipo de Pogacar. Estaba previsto que yo intentara salir. Estar delante también me permitía sumar puntos extra para la camiseta verde, así que fue una buena operación. El principal objetivo del día fue la clasificación general”, dijo Van Aert.

Steven Kruijswijk: “Fue mejor de lo que esperábamos”

Otro de los hombres que permitió a Jonas Vingegaard tomar la delantera del Tour fue Steven Kruijswijk, quien sintió una sensación de logro al llegar. El último miembro del Jumbo que acompañó a Vingegaard en la última subida del Granon, el tercer clasificado de la Grande Boucle de 2019, se mostró sólido en su papel de gregario de lujo, permitiéndose incluso terminar entre los 10 primeros (9º a 3’59”).

“En conjunto, fue un muy buen día. Esperábamos esto desde hace mucho tiempo, y concluir este día de esta manera es genial. El resultado es incluso mejor de lo que esperábamos”, dijo el holandés de 35 años al Het Nieuwsblad.

“Tratamos de poner toda la presión sobre Pogacar y derribarlo, y funcionó muy bien. Pogacar es muy fuerte, pero es difícil responder solo a todos los ataques […] Teníamos mucha confianza en Jonas [Vingegaard], que en la edición del año pasado demostró en contadas ocasiones que estaba a la altura del Pogacar. Hoy había que intentarlo, sobre todo porque Jonas está en un gran estado de forma”.

 

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