La Yeti 160E T1 que ha pasado por nuestras manos (sí, ya ha pasado, y nos ha dejado huella…) es la máxima expresión de las eMtb dentro del catálogo del fabricante norteamericano. Ya te dimos unas pinceladas en nuestro adelanto “4 cosas que nos encantan de…” de los aspectos más destacados de esta bicicleta, pero ahora vamos a entrar ‘de lleno’ a hablarte de esta exquisitez que los diseñadores han tardado varias temporadas en dar forma…

Y es que lo que buscaban en Yeti no era tarea menor: no querían coger un sistema encomendado a otros menesteres (es decir, un Infinity Switch diseñado para monturas pulmonares) y adaptarlo a la condición de eBike: siempre han querido dotar de personalidad propia a una bicicleta enfocada, por un lado, a dejar el pabellón bien alto en las E-Ews (de la mano el equipo oficial) y, por otro lado, a que el futuro usuario tuviera la total seguridad de hacerse con ‘la eBike’ de comportamiento más próximo a una “pulmonar” que se pudiera fabricar…

‘Highlights’ del alma de la Yeti 160E

Su cuadro en carbono de la serie más exclusiva Turq (con garantía de por vida) es el reclamo mayor de esta montura que aporta, por un lado, un aspecto visual imponente e impecable (con unos acabados espectaculares) y, por otro lado, el especial sistema de suspensión trasera Sixfinity del que ya hemos hablado largo y tendido…en esta prueba, vamos a centrarnos en cómo va.

La geometría de este modelo es decididamente “endurera”: llama poderosamente la atención su longitud de 1.239,7 mm y vainas de 446 mm (talla M) y su ángulo de dirección a 64,5º…Los Reach (460 mm) y Front Center (793,7 mm) amplios imprimen un poderoso dominio de esta montura de grandes dimensiones y peso abultado (hemos verificado 23,6 kg con pedales).

Por cierto, que al contrario de la moda Mullet que impera en creaciones de este enfoque, la Yeti 160E se mantiene fiel al concepto de ruedas de 29” de gran aplomo y estabilidad…los recorridos de suspensión se quedan en unos más que suficientes 170 mm delanteros y 160 traseros.

Otro elemento que compone el ‘core’ de nuestra protagonista es el conjunto motor-batería: el Shimano Steps EP8 es un viejo conocido que imprime suficiente potencia a la Yeti: los 85Nm de par pueden ser correctos (en modos ECO y Trail) o abrumadores (en modo Boost).

Lo que es más que correcta (y suficiente) es la autonomía de la batería Shimano de 630Wh. Por cierto, nos hubiera gustado que la toma para recargarla estuviera más alejada de la suciedad: hemos testado esta bicicleta en condiciones de mucho barro y no nos gusta que esté tan expuesta….

La consistencia en la pisada de la rueda trasera es total, se mantiene sobre el suelo como una lapa y, cuando bajas ‘a fuego’, comprime la amortiguación lo que sea necesario…

No parece una eBike…

Como siempre decimos, es difícil transmitir sensaciones desde nuestras humildes opiniones…pero lo vamos a intentar. Hasta donde has leído, todo te hace pensar (o presagiar) un comportamiento de eBike en toda regla: sus dimensiones y peso así lo presuponen…

Pero es increíble sentir algo distinto a lo esperado: la ligereza que transmite nos ha descolocado. Si ves las fotos que te traemos, verás la de veces que salimos levantando rueda…¡se hace casi sin querer!! Impresiona lo liviano que es el tren delantero pero, a la vez, el poderoso aplomo que transmite: es estable bajando, no da sustos en ningún momento, transmite seguridad como pocas bicicletas.

El guiado de la dirección es perfecto y la rigidez de la ‘mastondóntica’ horquilla Fox Factory con barras de 38 mm es proverbial….Hay que alabar la ‘dulzura’ de su funcionamiento y las infinitas posibilidades de regulación que posee…

Por cierto, tras una dura bajada, utilizamos los purgadores que se insertan en la parte trasera de las botellas y pudimos observar perfectamente como salía el aire que se va generando con el funcionamiento..

Pero es que, cuando has de trazar curvas (aunque sean muy cerradas), la Yeti 160E se mueve con una soltura inusitada…¿dónde están los 23,6 kg?…pues, ¡sobre el papel! Porque sobre el terreno no se aprecian.

Bajando, puedes ir colocando la rueda delantera como si se tratara de una bicicleta de Trial…bueno, puede que exageremos, pero es para que te hagas una idea…Y subiendo, pues algo parecido: ‘trialeas’ con ella con gran facilidad al ir levantando y posicionando la rueda a tu antojo…metes un golpe de pedal con sutileza (ojo con los “caballos” desbocados del modo Boost) y…¡a subir!!.

¿Y las bajadas ‘cañeras’? Casi es lo menos sorprendente, y no porque no destaque, sino porque es lo que nos esperábamos de ella: baja como si de un ‘interraíl’ se tratara…es imperturbable, no se descompone por mucha piedra suelta que te encuentres; por no hablar de los pasos complejos de piedras de grandes dimensiones o raíces….

Quedamos en contarte cómo va el Sixfinity, ¿no? Pues nos ha dejado muy sorprendidos…cuando nos subimos a la bicicleta, notamos una compresión quizás algo excesiva para el 30% de Sag que ‘colocamos’ al amortiguador. En los primeros compases, daba la sensación de ir sobre el sofá de 3 plazas de nuestro salón…muy cómodo, sí, pero, ¿y cuando tengamos que exigir a este sistema?

Milagrosamente, la progresividad es impresionante, endurece en momentos necesarios rápidamente, diferenciando de una manera muy clara de dónde provienen las diferentes fuerzas que actúan sobre la rueda. La consistencia en la pisada de la rueda trasera es total, se mantiene sobre el suelo como una lapa y, cuando bajas ‘a fuego’, comprime lo que sea necesario…..con la sensación de que no tiene fin, de que nunca vas a hacer tope; nosotros NUNCA hicimos tope. Mencionar que este trabajo tan ‘perfecto’ no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda del amortiguador Fox Factory Float X2; suave como pocos.

Por cierto, este cuadro no posee ningún ‘flip-chip’: en su lugar, el anclaje inferior del amortiguador puede colocarse en tres posiciones distintas que varían la progresividad del sistema…en nuestra unidad venía en la posición intermedia que no tocamos y que nos brindó un gran comportamiento. Como detalle, el pequeño hueco que queda en esa parte del cuadro es difícil de limpiar…

¿Y el resto de apartados?

Porque la Yeti 160E T1 es más que un cuadro y un sistema de suspensión….se han instalado componentes que otorgan un comportamiento efectivo: los frenos, pues lo normal de los Sram Code RSC, muy potentes. La transmisión: el característico funcionamiento preciso de la XT de Shimano….y, ¿las ruedas? Las DT Swiss EX1700 de 30mm de buen aplomo y gran resistencia (se llevaron unas cuantas ‘pedradas’ y no saltaba la pintura).

Pero, ¿¿lo mejor para nosotros de sus periféricos?? La tija telescópica Rock Shox Reverb AXS. No es que su funcionamiento electrónico sea mejor que una de accionamiento mecánico…

Es que, por la facilidad de dar con el pulsador de grandes dimensiones y que actúa en cualquier condición hace que su manejo nunca sea un problema; con ella se acabó eso de andar ‘palpando’ dónde está el pulsador y cuánta fuerza necesito para activar la tija…el recorrido de 125mm de nuestra bicicleta era más que suficiente.

Nos ha gustado el ‘cockpit’ formado por el manillar Yeti Carbon Bar 780mm y la potencia Race Face Turbine 50mm: buenos y exclusivos acabados y morfología casi perfecta.

Veredicto GoRide…

La verdad es que a estas alturas poco te podemos descubrir: nos ha gustado la Yeti. Tiene un comportamiento que esconde su peso de forma magistral, una geometría que invita a bajar con ‘el cuchillo entre los dientes’ ya sea por un sendero retorcido o por un camino veloz de grandes saltos, además de un motor más que suficiente para cualquier nivel exigido….

Y un precio que nos parece traído de otra galaxia (14.172€) para una bicicleta que tiene alguna laguna para ser considerada ‘galáctica’: la transmisión, de gran funcionamiento, queda algo pobre en este espectro de precio (mejor hubiera sido la XTR), así como las ruedas…por ese coste tan alto, las DT Swiss EXC 1501 de carbono opcionales deberían formar parte del equipamiento de serie.

La bicicleta, obviando el montante final, es de las mejores eBikes que hemos probado; sabiendo el precio, sigue siendo una de las mejores eBikes, pero con una pequeña desilusión por un equipamiento que, en ocasiones, no corresponde a los más de 14.000 € que piden por ella…

A destacar…

  • Sensación de bicicleta ‘pulmonar’.
  • Trabajo del sistema de suspensión trasera Sixfinity.
  • Tija Telescópica Rock Shox Reverb AXS: funcionamiento perfecto en cualquier circunstancia.
  • Horquilla Fox 38 Factory: Rigidez y suavidad de funcionamiento aseguradas.

A mejorar:

  • Precio.
  • Algunas ‘lagunas’ en el equipamiento.

Ficha técnica de la Yeti 160E T1

Cuadro: fibra de carbono Turq // Horquilla: Fox 38 Factory 170 mm // Amortiguador: Fox Factory Float X2 // Grupo Motriz: Shimano EP8 con batería 630 Wh // Transmisión: Shimano XT 12s // Frenos: Sram Code RSC // Ruedas: DT Swiss EX1700 30mm // Neumáticos: Maxxis ASSEGAI 2.5 EXO+ (F) – Maxxis MINION DHR II 2.4 (R) // Tija: Rock Shox Reverb AXS 125mm (Talla M) // Peso: 23,6 kg (verificado con pedales) // Precio: 14.172 €

En esta prueba…

  • Fotos y vídeo: Samuel Escotto
  • Rider en acción: José Escotto

Galería de fotos estáticas (clica en cada una para aumentarlas)

Galería de fotos en acción (clica en cada una para aumentarlas)

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José Escotto
¡El responsable de GoRide España! No falta experiencia en el área de la bicicleta (y el deporte en general) y mucho menos entusiasmo a la hora de difundir las últimas novedades sobre ciclismo y BTT.

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