Recogiendo el guante de nuestro artículo anterior, está segunda parte va enfocada a la seguridad pasiva; o más bien a lo que se puede producir tras un incidente y a los posibles daños que puedan surgir. Si finalmente no hemos podido evitar el percance, el quebradero de cabeza no llega solamente por los daños que hayamos podido causarnos, sino a los que hayamos causado a terceras personas o a sus bienes. En ese momento es cuando entran en juego los seguros ciclismo.

¿Por qué has de tener un seguro de ciclismo?

Es un tema que está de bastante actualidad y más teniendo en cuenta el furor de la bicicleta que estamos viviendo y que implica en zonas de mucha población que los caminos cada vez más se llenen de ciclistas y de otros usuarios….podemos vernos involucrados en un percance y hacer (sin querer) daño a alguien o a alguna pertenencia. Y en carretera puede pasar lo mismo….Pero es que, además, puedes ser tú quien tengas la necesidad de ser atendido….estos motivos que te detallamos son los que nos hacen mirar de frente a los ojos de los seguros ciclistas.

1.- RESPONSABILIDAD CIVIL ANTE TERCEROS

Ante todo, dejar claro que, a día de hoy, no es obligatorio tener seguro para rodar con la bicicleta, ya sea por campo o carretera. Ahora bien, si causas un accidente o cualquier daño a terceras personas y se determina que la culpa fue tuya, deberás responder, como cualquier persona, por tus actos. Tendrás la obligación de abonar los daños o lesiones que hayas causado con tus rentas y/o bienes, ya que la responsabilidad será personal. La persona perjudicada podría presentar una demanda en un Juzgado de Primera Instancia por responsabilidad civil. Pero, además, si hay lesiones graves o fallecimiento, podría considerarse un hecho delictivo, por lo que la otra parte estaría en disposición de presentar denuncia en un Juzgado de Instrucción o ante la propia Policía.

Has de saber que… “gran parte de los seguros de hogar ofrecen la responsabilidad civil ante terceros en sus coberturas. Lo suelen denominar Responsabilidad Civil Familiar, y cubre a los miembros de la familia, entre otras cosas, por los daños que podamos ocasionar montando en bicicleta, siempre y cuando no se trate de eventos deportivos o de un uso profesional. Además, como generalmente disponen de Asistencia Jurídica, no tienes más que ponerte en contacto con ellos para que te asesoren en el caso concreto de la bicicleta”.

2.- ACCIDENTES

Podrás leer todo tipo de comentarios acerca de la repercusión de los gastos de un rescate en montaña o simplemente una atención sanitaria por un accidente practicando un deporte. Y, por lo general, casi todos estarán en lo cierto.

Y es que, dependiendo de muchos factores, entre ellos la comunidad autónoma en la que te encuentres, han existido casos muy concretos en los que se han repercutido esos gastos antes mencionados al ”accidentado”. Si, por ejemplo, se determina que ha habido algún tipo de negligencia por parte del deportista (obviar avisos de peligros diversos, prohibiciones, etc), puede darse el caso de que te pasen la “dolorosa”. Son casos muy especiales, generalmente asociados a deportes de riesgo, pero has de saber que, existir, existe la posibilidad de que te lo facturen. Seguros específicos de ciclismo o los que se ofertan a los federados cubrirán sobradamente en esas situaciones no deseables. No obstante, chequea con la aseguradora este supuesto (reembolso de gastos de rescate y/o salvamento) porque no todos los seguros lo incluyen por defecto.

También existen accidentes en los que no va a tener que ir el “ejército” a rescatarte, pero no por ello dejan de tener importancia. Los seguros ofertan unas condiciones muy favorables si, por ejemplo, tuvieras que perder jornadas laborables por hospitalización, con indemnizaciones por día hospitalizado. Por no hablar de las de invalidez permanente o incluso por muerte.

¿Y tu bicicleta? No hemos hablado de ella pero, lo más probable es que, ante un accidente, también se dañe. Ahí entra en acción también un seguro, cubriendo (siempre que lo tengas contratado) los gastos de reparación, los cuales, previamente, habrás podido determinar. Pero no en todos los casos se cubren los gastos, ya que puede que un seguro no los cubra si, por ejemplo, tienes un accidente en coche y se daña la bicicleta: en este caso es posible que el seguro del coche se pueda hacer cargo, pero has de tenerlo presente.

3.- ASISTENCIA EN VIAJE

Si eres de los que viajan, estar asegurado te va a permitir salir, no solamente al extranjero, sino fuera de tu comunidad, con total tranquilidad.

Si viajas fuera de nuestras fronteras, vas a tener cobertura por cualquier accidente: tanto por hospitalización como por los desplazamientos extras necesarios. Pero, además, existen seguros que cubren hasta el viaje de algún familiar en el caso de que te hospitalicen sea donde sea. Incluso, si has de adelantar tu regreso por algún hecho grave ocurrido en tu hogar o con algún familiar, los gastos extra generados serán cubiertos. Echa un vistazo a la oferta existente ya que hay multitud de posibilidades que se adapten como un guante a tus necesidades (algunos seguros solamente cubren Europa, otros son ampliables, etc).

4.- ROBOS
Desgraciadamente los robos están a la orden del día. Las bicicletas son muy golosas, ya que casi no dejan rastro al no poseer matrícula, lo que las está haciendo ser el objetivo de los amigos de lo ajeno. Lo mejor, lógicamente, es tomar todo tipo de precauciones, pero un seguro te va a permitir dormir más tranquilo. Y no solo dormir, incluso tomarte un café a mitad de la ruta, ya que se están robando muchas bicicletas en esos momentos en los que, confiadamente, nos despistamos dos segundos.

Los seguros pueden incluir coberturas (no todos disponen de ellas en sus modalidades básicas) que te aseguren tu bicicleta ante un robo, ya sea en tu propio domicilio como en la calle. Eso sí, lee bien las cláusulas, ya que no cumplirlas puede generarte algún sobresalto: la bicicleta habrá de estar sujeta a un elemento fijo mediante un candado de seguridad tanto en la vivienda como fuera de ella. Una recomendación es que, siempre que dejes la bicicleta atada fuera de casa, saca una foto; te servirá como prueba ante el posible robo.

Volviendo a los seguros de hogar, cuando tengas contratada la póliza con robo, la bicicleta también la tienes asegurada. Aunque la cantidad asegurada por el contenido cubra sin problemas el coste de tu montura, habla con la aseguradora el caso concreto, y siempre intenta presentarles, si es que la tienes, la factura para que vean que no les engañas: sin haberlo mencionado, le comentas que tenías una bicicleta de 6.000 € y puede que te pongan alguna pega.

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Fotos: Bianchi / Bontrager / Cannondale / Commençal / GT Bicycles / La Vuelta / L’Etape by Tour de France / Sram

José Escotto
¡El responsable de GoRide España! No falta experiencia en el área de la bicicleta (y el deporte en general) y mucho menos entusiasmo a la hora de difundir las últimas novedades sobre ciclismo y BTT.

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