Ponemos a prueba la Specialized Roubaix SL8 Expert en el Granfondo Serra d’Ossa 2023

La marca norteamericana eligió la región del Alentejo Central en Portugal e instaló su “tienda, bicicletas y equipaje” en la bella Estremoz, ciudad anfitriona del Granfondo Serra d’Ossa 2023, para la presentación dinámica de la nueva Specialized Roubaix SL8, la última generación de esta bicicleta de carretera de resistencia.

Endurance es la definición comercial que le da el fabricante, pero el nombre se debe a la aptitud innata para competiciones al más alto nivel con características únicas de la superficie -como la mítica París-Roubaix y sus tortuosos sectores de pavé-. Y en parte también por el prestigio ganado en dos décadas de “carrera”. Sólo en el ‘Inferno do Norte’, esta bicicleta ya suma siete victorias en su historia…

Una reputación que Specialized pretende honrar, si es posible ampliar, con esta nueva generación 2024 de la Roubaix, que adopta el término SL8 de las bicis de última generación de la marca norteamericana –estrenadas en la deportiva Tarmac–, beneficiándose de un conjunto de evoluciones relevantes, ya sea en la construcción del cuadro, así como en tecnologías de ingeniería mecánica optimizadas, cuyo objetivo era crear la “bicicleta de carretera de resistencia más rápida, ligera y suave jamás producida”. Palabra de Specialized.

No le falta sofisticación. En primer lugar, la evolución del sistema de suspensión Future Shock integrado dentro de la columna de dirección, que debutó en 2016, y el nuevo concepto de tija de sillín flexible AfterShock. Elementos que elevan el confort a niveles aún inalcanzables en una bicicleta de carretera. En este caso, ¡palabra de GoRide!

Palabra avalada por la experiencia en el Granfondo da Serra d’Ossa, una prueba que proporcionó a los participantes un recorrido con algunos pasos por tramos cortos de suelos empedrados de diferente calidad. En total, la Specialized Roubaix SL8 reveló una compatibilidad única entre rendimiento deportivo y comodidad.

Es una bicicleta de carretera “amortiguada”, un placer en superficies irregulares -e incluso bastante irregulares- que no pierde el dinamismo y la rigidez necesarios para un rendimiento deportivo. Pero no requieren toda la agresividad y agilidad que se pueden encontrar en las modernas bicicletas polivalentes, aunque, incluso en este ámbito, las limitaciones se deben más al peso que al comportamiento dinámico.

También se ha optimizado el peso del cuadro, al igual que su aerodinámica. A este último contribuye la mejora de la forma de los tubos, “garantizando un ahorro de 4 vatios [a una velocidad no especificada] respecto a su predecesora”, afirma Specialized.

Y, gracias a la evolución en la construcción de capas de carbono, importadas de la ligera Aethos, el cuadro talla 56 pesa 50 gramos menos, para un total de 828 gramos. No es mucho, pero la tope de gama, la S-Works Roubaix SL8 tiene un peso anunciado de apenas 7,4 kg, algo digno de elogio para una bicicleta de estas características.

Sin embargo, la versión Expert (con un precio de 6.500 euros) con la que corrimos el Granfondo, está equipada con transmisión Sram Rival eTAP AXS, ruedas Terra C (ruedas gravel, de serie en todas las versiones) y cockpit con manillar Hover Experto/potencia Future Pro, pesa unos considerables 8,6 kg, por lo que las subidas más largas y/o empinadas definitivamente no son para ella, si lo que quieres es exprimir el crono.

Specialized también rediseñó el tubo de dirección, además de profundizar en la horquilla para optimizar la fluidez del flujo de aire alrededor del cuadro. El tubo diagonal también es diferente.

Para dar a conocer la eficacia de su nueva máquina de resistencia, el fabricante afirma que un ciclista que produce 3 vatios/kg durante 100 km completa esa distancia 11 segundos más rápido que con la anterior Roubaix.

La Roubaix SL8 está disponible en 7 versiones. En el tope de la gama, la S-Works SL8 (14.000 €) cuenta con un cuadro de carbono Fact 12r, el más avanzado del fabricante, y el resto de versiones en carbono Fact 10r.

La S-Works está equipado con un grupo Sram Red eTAP AXS, seguido de sus homólogos de niveles inferiores con monturas en Sram Force (versión Pro, por 9.000 euros), Rival (Expert, 6.500 €) y Apex (Sport Apex monoplato por 4.000 euros) y Shimano 105 (Sport 105, 3.800 €); Roubaix Sport (3.450 €) y la Roubaix (2.800 €). El cuadro S-Works Roubaix SL8 cuesta 5.500 euros.

Tecnologías de confort

La tecnología más destacada de la Roubaix SL8 reside en la renovada unidad de suspensión del tubo de dirección (Future Shock 3.0) y el diseño de la tija de sillín AfterShock. Con tanto “shock”, comencemos con este nuevo ‘Futuro’…

Desde 2016, el sello distintivo de la Roubaix ha sido la tecnología de suspensión instalada en el interior de la parte delantera del cuadro y que culmina en el extremo del tubo de la horquilla, donde se aprieta la potencia. El recorrido de la suspensión es de 20 mm.

Para 2024, el dispositivo ha sido revisado y mejorado, recibe el moderno sufijo 3.0 y se presenta en tres versiones: 3.1 (sistema de muelles helicoidales, sin amortiguación hidráulica – reservado a los modelos más básicos Roubaix Sport 105 y Sport Apex) y 3.2 (resorte helicoidal y amortiguación hidráulica, en las intermedias Roubaix Expert y Comp).

Y también la 3.3, con muelle helicoidal, amortiguación hidráulica y regulable durante el uso de la bicicleta mediante un mando giratorio instalado en la parte superior del tubo de la horquilla. Exclusivo del tope de gama S-Works…

A pesar de las diferentes versiones de FutureShock 3.0, cada Roubaix SL8 se vende por separado con tres resortes de diferente tensión (firme, media y suave) y cinco arandelas que pueden ser instaladas por un mecánico o el propietario con esa capacidad, y que permiten cambiar la compresión y personalizar el rebote. Specialized dice que el resorte medio se adaptará a la inmensa mayoría de usuarios.

El “efecto práctico” de esta laboriosa solución técnica se consigue claramente. La amortiguación del eje delantero se traduce en un mayor confort en superficies en mal estado, reduciendo los rebotes y vibraciones de la bicicleta en los pavés más irregulares.

Además, el funcionamiento del FutureShock (en la Expert que probamos en la versión 3.2, sin ajuste mediante control giratorio) era perceptible incluso en cualquier superficie y continuamente observable a través de los movimientos del fuelle de goma que cubre la parte superior de la columna de dirección.

El ‘after shock’ (AfterShock)

Además del eje delantero, la nueva Roubaix SL8 cuenta con un sistema de optimización del confort en la parte trasera que, sin recurrir a suspensiones, garantiza una amortiguación limitada.

La tecnología AfterShock consiste en una tija de sillín de carbono (Pave), que permite una flexión máxima de alrededor de 1,8 mm en caso de impacto para reducir una buena cantidad de vibración en el sillín. La cabeza de la tija del sillín y su soporte están colocados 65 mm más bajos que en una tija de sillín tradicional y no comprometen la regulación de la altura del sillín ni la relación entre la posición de sentado y las bielas.

A diferencia de la suspensión delantera, el rendimiento de este dispositivo no se “nota” durante el uso de la bicicleta, lo que es positivo ya que no siente (al estar bastante reducida) ninguna compensación en la (pérdida) de rigidez estructural de la Roubaix. SL8. En cambio, la ventaja de la comodidad es efectiva.

Última noticia más relevante: la ampliación del espacio libre de la Roubaix SL8, que ahora permite montar neumáticos de hasta 40 mm.

De serie, todas las versiones están equipadas con generosos neumáticos de 32” y ruedas Roval Terra C (gravel). En la Granfondo utilizamos neumáticos Specialized S-Works Mondo (tubeless ready) de este último tamaño, con cámara.

Aunque todo el aparato técnico de componentes y periféricos inclina la nueva Roubaix SL8 hacia terrenos gravel, la marca lo niega y la promociona como una auténtica bicicleta de carretera, y nosotros lo confirmamos.

En cualquier caso, las aptitudes para el gravel y la resistencia (o ultra-resistencia) que la distinguen de las Tarmac SL8 y Aethos de carretera, combinadas con un confort excepcional sobre pavé o asfalto muy degradado, y un comportamiento dinámico mucho más eficaz que la de una auténtica ‘gravelera’ como la Diverge de la marca, hacen de la Roubaix SL8 una alternativa muy apreciable entre todas ellas por su incomparable versatilidad.

Reforzando sus virtudes para largas distancias/horas, la Roubaix SL8 puede disponer de un conjunto de equipamientos y accesorios adecuados a una bicicleta de resistencia moderna.

La parte inferior del tubo inferior permite instalar un tercer portabidón y el tubo superior tiene orificios para acoplar una bolsa. También existe la posibilidad de montar guardabarros (delanteros y traseros), pero reduciendo la holgura de los neumáticos a 35 mm (y con guardabarros del tamaño adecuado).

Más info en…Specialized Roubaix

Fotos: Specialized // Granfondo Serra d’Ossa (Cabreira Solutions)

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