Ya te hablamos hace unas semanas de las Becas Titan Life by KH-7 que para este año apoyan con la inscripción de tres de estos proyectos. Uno de los proyectos ganadores ha sido el presentado por Lester Fernández que posee un 81 % de discapacidad y se ha propuesto terminar esta dura carrera por etapas…

“Mi objetivo es demostrar que las personas con discapacidad podemos tener sueños y superar retos. Que el no, no existe. Que tenemos que tirar para adelante. Me gustaría dar algo de luz a las personas que lo tienen más complicado”, comenta el joven becado.

Este ciclista cubano, afincado en Rubí (Barcelona) se ha propuesto afrontar los 620 kilómetros y 7.700 metros de desnivel acumulado en seis etapas de la edición 2023: ilusión no le falta, auqneu es consciente de su dificultad física: “Tengo el 81% de discapacidad en mi cuerpo y no puedo caminar. En 2009 y en 2011 sufrí varios ictus. En 2014, sufrí una necrosis en mi pierna izquierda, debido a una infección tras una operación de tibia y peroné por una alergia a los metales. Y en 2020 fui atropellado por un coche, lo que me perjudicó enormemente mi movilidad”, comenta el joven corredor.

“Mi principal miedo está en la parte de poder caminar. Yo lo llevo con mucha dificultad, me cuesta mucho trabajo mover mis piernas”

La verdad es que solamente andar 20 o 30 metros le supone muchísimo esfuerzo (y la ayuda de dos muletas). Como el mismo reconoce, es sobre las dos ruedas donde es feliza, tanto las de su silla de ruedas como las de la bicicleta, construida a medida para la Titan: “Es mi pasión. Amo este deporte desde pequeño. He participado en muchas carreras, pero mi mayor reto es acabar la Škoda Titan Desert Morocco, una de las carreras más duras del mundo”

“Quiero hacer las cosas bien, antes, durante y después de la carrera. Tengo un proyecto, Happy Wheels, con el que ayudar mediante salidas cicloturísticas poder ayudar a personas que se encuentran en situación similar a la mía y que puedan conllevar mejor su discapacidad mediante el deporte”, termina por añadir Lester, que presentó su proyecto a las becas que patrocina KH-7 y “fue uno de los más votados. Mi candidatura pasó a la final y me eligieron como uno de los tres ganadores, con lo que en tres semanas estaré en el desierto. Mi objetivo es acabarla, ser finisher”.

El camino hacia la Titan empezó meses atrás al conseguir una plaza para entrenar en el centro Pont Isidre Esteve. “Con ellos vi que mi mejoría era brutal, mejoraba y me sentía muy bien. Les comenté a los entrenadores que mi sueño era hacer la Titan Desert y me dijeron ¿Por qué no? Que, si era mi sueño, con trabajo podría conseguirlo”.

Fotos: Emma Nadal Bosch (KH-7 Lloreda)

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