Por El nombre no es el más fácil de pronunciar, pero deberíamos empezar a acostumbrarnos: Cian Uijtdebroeks, belga, es otro joven prodigio surgido del país de las Ardenas, al que ya se refieren como “el próximo Evenepoel”. Ya impresiona en esta edición de La Vuelta a España entre los grandes del pelotón, en su debut en una gran vuelta.
El corredor del Bora-Hansgrohe, de 20 años, ha conseguido la octava posición en la primera (3.ª) etapa de montaña de La Vuelta, con final en Andorra, y la 22.ª en la segunda (6.ª), que ha finalizado en el Observatorio de Javalambre, justo 14 segundos por delante de Jonas Vingegaard y Primoz Roglic, y 18 segundos por delante de su compatriota y maillot rojo Remco Evenepoel. Sin embargo, debieron ser sólo los primeros y más importantes pasos de una carrera que promete ser auspiciosa.
“¿Diría que [competir por la clasificación general] me da confianza en mis principales ambiciones? Creo que sí”, dijo Cian Uijtdebroeks a Het Nieuwsblad tras situarse 15º en la clasificación general, a 10 segundos del dúo Jumbo-Visma y a 21 segundos de Evenepoel. Y por delante de varios otros candidatos a la victoria final de La Vuelta, incluido su compañero y líder del Bora-Hansgrohe, Aleksandr Vlasov.
Pocos esperan que la última gran esperanza de Bélgica se mantenga entre los mejores y más experimentados durante las próximas dos semanas, pero haber resistido ante Jonas Vingegaard, Primoz Roglic o Juan Ayuso es un indicador muy claro de que el ganador del Tour de Francia del porvenir en 2022 es un valor seguro…
“Fue difícil, pero en la parte final [de la etapa] no estuvo tan mal”, dijo Uijtdebroeks sobre la etapa que terminó en un conteo de montaña de primera categoría. “Todavía me falta un poco de fuerza, pero el ritmo fue bueno. Espero mejorar cada día”, afirmó el ciclista que estuvo entre los diez primeros de la general en todas las carreras por etapas que completó este año, incluidas las prestigiosas Vueltas a Suiza (7°), Romandía (6°) y Cataluña (9°).
En la etapa de Arinsal, en Andorra (3º), el belga estaba en el primer grupo, a 1 segundo del ganador de la etapa, Remco Evenepoel: “Ha sido divertido”, bromeaba. “Cuando vi pasar a un tipo llamado Vingegaard…”, continuó.
“Al principio tuve un poco de miedo, porque realmente es el mejor del mundo. Pero todo salió bien, así que estoy feliz. No sé cómo pasó, pero me sentí muy bien. Incluso pensé en atacar en el último kilómetro, pero luego vi a Kuss y Soler en cabeza. Definitivamente vendrían a por mí, así que me dije: ‘Cálmate, Cian, ahorra energías”, recordó.
“Al final simplemente aceleré. Todavía me falta un poco de explosividad, pero las sensaciones fueron buenas. No sé cómo serán las próximas semanas, pero fue la confirmación de que puedo seguir luchando por la clasificación general”, asumió.
Mucho se ha dicho sobre hasta dónde puede llegar Uijtdebroeks desde que aplastó a sus rivales de niveles inferiores. Su exhibición en solitario de 50 km en el clásico juvenil Kuurne-Bruselas-Kuurne de 2020 puso a muchos cazatalentos pisándole los talones.
La victoria del escalador de 1,85 metros y 68 kg en el Tour de Francia del Porvenir, competición de referencia en las categorías juveniles que celebraron David Gaudu, Egan Bernal y Tadej Pogacar, que combinó dos victorias por etapas con un final en lo más alto, le abrió las puertas del WorldTour con contrato en el Bora-Hansgrohe hasta 2024.
En La Vuelta, el equipo alemán le da total libertad junto a Aleksandr Vlasov, Sergio Higuita, Emanuel Buchmann y compañía. “Si pudiera elegir, lo haría día a día, sin mucha presión, pero intentaría correr por la general”, dijo antes del inicio de la carrera española. “Sé que estar entre los cinco primeros será terriblemente difícil. Pero si puedo hacer en tres semanas lo que hice en Cataluña en una semana, sería fantástico”.
“Todo es nuevo para mí. Por eso me resulta difícil predecir cómo será. Pero ahora puedo decir que tengo un papel libre dentro del equipo”, reveló Uijtdebroeks.
A Evenepoel le gustaría liberarse del peso y la responsabilidad de la camiseta roja, y quizás su joven compatriota sea candidato. “No había pensado en eso. Quizás deberíamos hablar para llegar a un acuerdo. Dos belgas juntos, eso podría funcionar. Pero tal vez estoy demasiado cerca en la clasificación. Aunque nunca se sabe, quizás hable con él más tarde”, continuó con el mismo tono relajado.
Uijtdebroeks cumplió 20 años en febrero de este año. A esa edad, Evenepoel ya había ganado la Clásica de San Sebastián o conseguido el segundo puesto en la contrarreloj élite del mundo. Aún no ha alcanzado metas tan altas y todavía busca su primera victoria profesional.
“No es malo tener a Remco cerca, porque me quita mucha presión”, dijo Uijtdebroeks. “Todos los ojos están puestos en él, puedo seguir creciendo a su sombra. Fue así en la Vuelta a Cataluña, así en la Vuelta a Suiza…”, afirmó.
Antes, tras ganar el Tour del Porvenir, el Jumbo-Visma se le acercó, intentando adelantarse a Bora, y Soudal Quick-Step se entusiasmó tanto que invitaron a su joven compatriota a unirse al equipo para realizar unas prácticas… él prefería la formación germánica. .
“Hablé con Remco sobre mis planes, pero en realidad no le pedí consejo. Prefiero seguir mi propio camino”, afirmó Cian Uijtdebroeks cuando fichó por el Bora. “Ciertamente no quiero imitar su camino al cien por cien”, declaró, en 2022, con sólo 18 años.
Queda por ver si Cian Uijtdebroeks seguirá los pasos de una de las estrellas más brillantes del equipo, si se quedará corto o la superará. Pero el presente ya cuenta.
Imágenes: Bora-Hansgrohe e La Vuelta Twitter
