La evolución de la integración entre la potencia y el manillar en la cartera de componentes PRO tiene un nombre: PRO Vive Evo, el último manillar de la marca, disponible este mes.
Desarrollado íntegramente en carbono, además de la potencia integrada, este manillar permite la integración del cableado y los latiguillos, añadiendo algo novedoso que es su superficie superior antideslizante (de silicona).
Al ser un componente que se asume como “el centro de control de la bicicleta de carretera y cuya aerodinámica es de enorme importancia”, asegura PRO, el manillar o la potencia normalmente son sustituidas por los ciclistas más exigentes, por eso esta nueva potencia de manillar PRO Vibe Evo entra en juego…
Con un aspecto futurista, el avance se encuentra con la sección superior, curvándose hasta el borde de la caída (del tipo “compact”). Este modelo presenta una construcción de carbono T700 que pesa 390 gramos y permite varias posiciones para las manos del atleta.
La curva del manillar se puede envolver con cinta de manillar convencional o con una funda ergonómica llamada Ergonomic Drop-Grip. El uso de fundas reemplazables (y antideslizantes) en la parte superior elimina la necesidad de llenar todo el manillar con cinta, lo que significa que un rollo es suficiente para envolver ambos lados.
El PRO Vibe Evo también viene de serie con una fijación para el ciclocomputador, elemento que permite también la instalación del GPS u otros accesorios montados de forma similar (cámaras de acción, maletas, etc…).
“Consideramos el cockpit como un sistema completo, no solo como una potencia y un manillar”, explica Mark Kikkert. “Tuvimos en cuenta la ubicación de las palancas del freno/cambio y cómo la forma del manillar podría proporcionar una transición más fluida para una mayor comodidad”.
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Este manillar está disponible en longitudes de 38, 40 y 42 cm, y longitudes de potencia de 105, 115 y 125 mm, pudiendo ajustar el ángulo de esta +/- 2 grados con respecto a la dirección.
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