Es muy extraño ver ciclistas por las carreteras de nuestra geografía sin llevar en sus monturas unos buenos pedales automáticos.
Sus beneficios se han ido conociendo con el paso del tiempo y a día de hoy todos creemos en ellos (y creemos saberlos). Pero si eres de los que aún no tiene muy claro por qué son mejores, o cuáles son todos sus secretos, no te preocupes que a continuación te vamos a sacar de dudas.
Un poco de historia
Los pedales automáticos surgieron como la lógica evolución de los rastrales (o los más actuales calapies o punteras). Pero, por muy lógica que nos parezca su evolución a día de hoy, detrás de ellos, como detrás de cada pequeña cosa en nuestra vida, hay un gran desarrollo por parte de cabezas pensantes que no pararon en su empeño hasta conseguir un producto redondo. Aunque la fecha de aparición de los primeros pedales automáticos no está del todo clara (se habla de finales del S.XIX), no es hasta el año 1971 cuando los vemos por primera vez fabricados en serie de la mano de Cinelli para un uso en pista. Posteriormente la marca francesa Look, en 1984, crea el primer pedal automático destinado para ruta (modelo PP65), aprovechando su dilatada experiencia en el esquí, un espejo donde poder mirarse y sacar conocimiento.
Y es que en 1957 ya introdujeron por primera vez unas sujeciones en los esquíes para las botas con anclaje lateral que bien podrían ser los abuelos de los actuales pedales automáticos.
¿Cuáles son las ventajas de usar pedales automáticos?
Podemos asegurar que varias son las ventajas de llevar el pie sujeto al pedal y pocas las desventajas. Como suele ser habitual, fue la competición la que nos demostró las cualidades de su uso, y a día de hoy está demostrado que su utilización aporta numerosos beneficios, tanto a nuestro rendimiento como a nuestra salud física, a corto y a largo plazo:
• Utilización de la potencia: con los pies sujetos a los pedales tenemos la particularidad de aprovechar hasta el último vatio de potencia, ya que tanto la fuerza ejercida para bajar el pedal como para subirlo es transmitida a la rueda (se ejerce fuerza durante todo el recorrido del pedaleo).
• Posición del pie correcta: nuestra posición en el pedal siempre será la adecuada y se mantendrá inalterada. No habrá diferentes posturas ni se provocarán lesiones derivadas de un mal pedaleo.
• Sujeción óptima: los pies van sujetos a la bicicleta de forma firme y evitan que nuestros pies se escapen al dar fuerte al pedal o tener húmeda la suela del calzado. Esta sujeción también hace que nuestros pies vayan más seguros y el control de la bicicleta será superior.
En 1971 Cinelli crea los primeros pedales automáticos destinados a la Pista y en 1984 Look hace lo propio con unos para la Ruta.
¿Qué tipos de pedales y anclajes existen?
Antes de lanzarse al uso de pedales automáticos es muy importante saber cuáles son los tipos de pedales y anclajes (calas) que existen en el mercado y cuáles son los que mejor pueden adaptarse a nuestro uso:
1.Pedales tipo LOOK: El pedal más conocido y usado, consiste en una amplia superficie de apoyo donde se inserta una cala plástica de grandes dimensiones. Entre sus ventajas está la poca pérdida de transmisión de la potencia y la personalización que nos permite ya que existen distintos tipos de calas: desde las que permiten cierto movimiento al pie hasta las que lo llevan totalmente fijo al pedal.
Otras marcas han ido por el camino marcado por Look, como el sistema iClic de Time, los Supertype RS y MT de Miche, Shimano con su SPD-SL, etc. Las zapatillas compatibles con este sistema llevan un anclaje de 3 tornillos.
2.Pedales con el sistema SPD de SHIMANO: Desarrollado en un principio para el MTB, es un sistema que no nos permite la misma transmisión de potencia que el tipo Look, ya que la superficie de unión de la zapatilla con el pedal es menor. Una de sus ventajas es que el pedal ancla por ambas caras, lo que les otorga una mayor comodidad de utilización, así como una libertad de rotación del pie mayor. Cada vez son más las zapatillas que incorporan anclajes para las calas SPD (anclaje de 4 tornillos).
3.Pedales con sistema SPEEDPLAY: Sistema exclusivo de la marca americana, llevan siendo utilizados en competición por sus equipos (tanto de carretera como de triatlón) desde 2013. Lo más destacable de este sistema es que es el pedal el que entra dentro de la cala, siendo esta poco aparatosa, lo que facilita la acción de caminar. Poseen ventajas del sistema SPD (dos caras de anclaje, excepto en el modelo Aero) y del tipo Look (calas que permiten llevar los pies fijos o con un ligero juego de rotación). Además son compatibles con los anclajes de 3 y de 4 tornillos.
Ajustes en las calas
Para un correcto pedaleo, las calas permiten ciertos ajustes a la hora de colocarlas en nuestras zapatillas. Y esa colocación es muy importante, ya que de hablar de los beneficios del uso de los pedales automáticos podemos pasar a hablar de los perjuicios de su uso. Existen varios ajustes que tendremos que valorar, ya que no todas las calas permiten el mismo rango de personalización:
1.Ajuste longitudinal de la cala: es el recorrido hacia adelante o hacia atrás que permite la cala o el propio anclaje en la zapatilla. Poco recorrido en este aspecto hará que ciertas personas no puedan adoptar la posición idónea. En este sentido, las calas tipo SPD tienen el mayor rango, aunque es destacable el rango de ajuste de las calas Speedplay (hasta 13 mm) y de las Look Keo (hasta 12 mm).
2.Ajuste lateral de la cala: es el margen hacia los lados que nos permiten las calas y el anclaje a la zapatilla, y que hace que llevemos los pies más pegados o separados de las bielas. Esta posición es muy importante porque dependiendo de la postura de nuestras rodillas al pedalear, el poder alejar o acercar nuestros pies a la bicicleta nos evitará molestias e incrementará el rendimiento. Por ejemplo, los Speedplay poseen uno de los mayores rangos de ajuste lateral (8 mm), mientras que en los Look y SPD-SL el rango es más pequeño. Otro componente que nos va a permitir ajustar lateralmente nuestro calzado es la longitud del eje, como los pedales Speedplay que ofrecen hasta cuatro medidas distintas que van desde los 50 hasta los 65 mm. Shimano ofrece en sus acabados Dura-Ace y Ultegra dos ejes distintos que difieren 4 mm entre sí.
3.Rotación o “floating”: en este aspecto hay gustos para todos, desde llevar completamente fijo el pie al pedal (mayor estabilidad del pie, mejor transmisión de potencia) hasta tener una cierta libertad de movimientos (mayor comodidad, menor posibilidad de lesiones). Así que tenemos pedales y calas que no permiten ningún grado de rotación, hasta los que permiten cierto grado:
• Shimano: en los SPD-SL sus calas azules ofrecen 2º y las amarillas 6º, mientras que las rojas no admiten rotación alguna. Las calas del SPD llegan a los 10º.
• Look: posee tres modelos de calas, las Keo y las Keo Grip en tres colores: en gris que brindan 4,5º de rotación y en rojo 9º, mientras que en negro no admiten rotación. Luego están las Delta que solamente existen en dos colores: las negras (0º) y las rojas (9º).
• Time: solo posee un tipo de calas que otorga 5º de rotación.
• Speedplay: son ajustables, con un rango que llega hasta los 15º.
Recomendaciones GoRide
El tipo de pedal, su colocación y ajuste no va a depender única y exclusivamente de nuestros gustos o de la comodidad que percibamos. Es muy importante que probemos diversos pedales, diversas calas, que nos aconsejen y muestren las opciones. Y qué mejor que en un centro especializado. Porque nuestra morfología juega un papel determinante que generalmente desconocemos, realizarnos un estudio biométrico puede ser una inversión que amorticemos con agrado; el agrado de pedalear sabiendo que lo hacemos con las garantías y la seguridad de realizarlo correctamente y que ello va a reflejarse en un rendimiento óptimo, y no solo para competir, sino para rendir al máximo en tus salidas con la grupeta.