El  sillín en la bicicleta es siempre un tema delicado. A veces nos gusta un modelo, a veces no nos gusta otro… Hay quien se adapta a uno y otros no puedes soportar el mismo sillín, teniendo incluso que cambiarlo por uno nuevo. Ante un componente tan “subjetivo”, no siempre es fácil iniciar una prueba de este tipo. Pero la verdad es que nuestra experiencia con el Fizik Vento Antares R3 ha sido muy positiva, ¡incluso sorprendente!

Nos parece un modelo fiel a sus orígenes competitivos: es ligero, versátil y tiene una calidad de construcción muy satisfactoria.

Somos conscientes de que no es el tope de gama de este fabricante italiano, aunque el Vento Antares R3 incorpora muchas de las tecnologías que vemos en sillines más caros, tanto de esta marca como de otras. Ahora veamos.

Está disponible en dos modelos, de 140 mm y 150 mm de ancho. Probamos este último, que pesa 202 gramos, tiene rieles de 7 x 7 mm y mide 265 mm de largo.

La estructura principal está reforzada con inserciones de carbono y los raíles son de Kium, una materia prima que ofrece bajo peso y cierta rigidez. Los hay más ligeros, pero este es muy bueno.

El ‘feeling’

El sillín Vento Antares R3 nos complació por su estética y sencillez. Un sillín que por el precio que presenta (149 euros) ofrece una buena experiencia de uso, algo que pudimos comprobar en la “piel” tras dos meses de uso intensivo en carretera.

Dado que el diseño mejoró a lo largo de varias temporadas entre los profesionales, nos acostumbramos rápidamente. Por supuesto, cuando cambiamos de sillín sentimos la diferencia… Este Vento Antares R3 es “más rígido” que el modelo que llevábamos antes, aunque eso no compromete la comodidad.

En la carretera

El sillín permite adoptar varias posiciones sobre la bicicleta, ya sean más aerodinámicas, con las manos en las caídas, por ejemplo, o más “rectas”, posición que normalmente adoptamos en escenarios de escalada, con las manos encima de los escaladores. Notamos que, en cualquiera de estos escenarios, siempre conseguíamos conseguir una buena posición para ejercer fuerza sobre los pedales.

El canal central de alivio de presión funciona. Afortunadamente, no notamos problemas de entumecimiento en las áreas/tejidos blandos. Esto no será igual para todos, porque cada ciclista es diferente, pero a nosotros nos fue bien.

Dado su diseño, también es fácil cambiar nuestra posición sobre el sillín: deslizamos fácilmente uno o dos centímetros hacia adelante (o hacia atrás) y cambiamos la zona de contacto entre el cuerpo y el sillín, consiguiendo más comodidad durante más tiempo.

Otro punto que identificamos es que no hay roce de las piernas contra el sillín al pedalear, hay espacio para que todo se desarrolle con fluidez. Sobre todo porque no es demasiado ancho, como puedes ver.

No notamos signos de desgaste prematuro después de este período de uso. En términos estructurales está bien construido, con buenos materiales. La zona de arriba, la superior, presenta un tejido resistente que aún no ha mostrado signos de desgaste tras estos dos meses de uso.

Puede que a veces parezca más desgastado o “rayado”, pero con un paño húmedo volverá a lucir como nuevo.

En definitiva…

Por encima de todo, el sillín Fizik Vento Antares R3 es una buena opción con una buena relación calidad-precio, especialmente para aquellos que buscan ahorrar unos gramos sin “dejarse el sueldo de un mes”…

Como sabemos, el sillín es un componente muy personal, e idealmente lo mejor es probar primero cada modelo o incluso consultar a un especialista en bikefit. Sin embargo, teniendo en cuenta aspectos como el diseño, la comodidad, el peso y el precio, esta puede ser una opción a tener en cuenta.

Más  info en…Fizik Vento Antares R3

Créditos imágenes: site oficial Fizik y GoRide

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