Por Marco Marques es masajista del Trek-Segafredo. Bueno… ¡esta es solo una de sus funciones! Estar en un equipo del World Tour es un “mundo” en sí mismo en el que nadie en el personal se limita a tener una función. Este portugués, que lleva 25 años en el ciclismo, cuida un montón de detalles para que a los corredores no les falte de nada.
“Trabajo de masajista, pero… lavo la ropa, no soy cocinero, pero también preparo la comida… En el Tour de Francia, por ejemplo, solo me ocupo del autobús, ya que, al tener más invitados, hay más personal para trabajar”, dijo.
GoRide pudo asistir a una auténtica ruta guiada por el autobús Trek-Segafredo, con Marco Marques abriéndonos la puerta para mostrar el referido mundo del ciclismo al más alto nivel en nuestra/vuestra revista. Allí dedica muchas horas a que todo esté perfecto, ya sea antes o después de la carrera, pero durante la carrera también hay trabajo que hacer mientras los ciclistas no terminan la carrera.
Un poco de historia de Marco Marques
Nacido en Santa Cruz, Torres Vedras, el masajista de 46 años tuvo una corta carrera como corredor y a los 23 ya tenía su rol principal actual, por así decirlo.
“Fue un largo camino para llegar aquí. Me tomó diez años llegar al mundo, pero cuando el Benfica vendió el autobús -yo lo conducía-, vine a hacer una prueba con él y terminé quedándome en el Cervélo Test Team y, al año siguiente, me trasladé a Vacansoleil”, explica.
En 2014 se unió al Trek-Segafredo, una formación estadounidense. Y sí, ¡también es el conductor del autobús!
El autobus
Pero vayamos entonces a la “visita”. Para un aficionado al ciclismo (tanto como aficionado como practicante) es sencillamente impresionante poder ver un autobús como el del Trek-Segafredo. Por un momento nos sentimos completamente involucrados en esta modalidad y nos dimos cuenta (un poco) de lo que es ser parte de ella. Se vive y respira ciclismo…
Marco Marques nos cuenta inmediatamente cómo funciona la distribución de asientos. Ciclistas como Mads Pedersen y Bauke Mollema toman la delantera del autobús. Estamos hablando, además, de que cada ciclista tenga dos asientos, ¡con una comodidad que no tienen ciertos sofás de casa!
Miramos hacia arriba y vemos los cascos listos para ser usados por los ciclistas. En este caso, eran ellos los que se habían quedado en el autobús, ya que el Trek-Segafredo estaba en plena acción en el Figueira Champions Classic.
Las mochilas de los atletas están en las cajoneras y… ¡al abrir el asiento nos encontramos con otras sorpresa! Todo lo que necesita está bien guardado allí, como gafas, gorras y más. Se utiliza todo el espacio.
Retrocediendo, mirando la salida del autobús, Marco Marques llama la atención sobre el proyector, utilizado en las reuniones previas a las competiciones.
Pero seguimos “camino” en este mundo del Trek-Segafredo. La cocina. Allí, el masajista se convierte en cocinero. Marco Marques ya estaba pensando en lo que prepararía para comer a los ciclistas al final de la carrera. El nutricionista da las instrucciones, pero la responsabilidad entonces recae en el portugués.
Entre hidratos de carbono y proteínas, Marco Marques ya sabe muy bien cuál debe elegir o variar, para que la recuperación de los ciclistas a través de la alimentación comience enseguida.
Al otro lado de la cocina hay un instrumento imprescindible que no podía faltar, sobre todo teniendo en cuenta al patrocinador Segafredo: ¡una máquina de café!
En esa zona del autobús hay todo lo que los ciclistas puedan necesitar a la salida: Desde la comida hasta la simple gorra, todo está a la mano.
Acercándonos a la parte trasera, tenemos dos duchas por un lado y por el otro un auténtico almacén para alimentos y también productos para masajes y primeros auxilios.
Al final, una especie de sala de estar, con una televisión y unos “sofás” muy cómodos (por así decirlo)… Como todo el espacio debe ser utilizado de manera eficiente. ¡las puertas del armario se abren y tenemos barras y geles para aburrir!
Es el lugar favorito de Marco Marques cuando consigue tener unos minutos para relajarse y disfrutar viendo alguna de las carreras por televisión. ¡Y tomar un café, por supuesto!
Si visitar un autobús del equipo World Tour es impresionante en sí mismo, no es impresionante la alegría con la que Marco Marques muestra todos los detalles.
Vida en la carretera
Pasa 200 días al año fuera de casa y lo ha estado durante tanto tiempo. “Es nuestra vida, es lo que nos gusta. Me gusta la parte de los masajes. Sin embargo la parte de los viajes me satura, pero es mi trabajo. Lo sigo disfrutando y no me veo haciendo otra cosa”, confesó. “Vale la pena a nivel monetario, pero a nivel familiar, padres, hermana, sobrinos, hijos… adultos”….
Al salir del autobús, tenemos la lavadora. Elemento imprescindible para que el equipo sea tratado con rapidez. Entre duchas y lavandería, hay otro detalle a cuidar.
Cuando se llega al hotel, hay que cuidar el autobús y es Marco el encargado: llenar los depósitos de agua es una función, al igual que mantenerlo limpio, por dentro y por fuera, algo que se puede hacer a la mañana siguiente, cuando también se preparan las comidas para el resto de miembros del cuerpo técnico que estarán en la carrera, además de ciclistas, por supuesto.
Las muchas funciones y el trabajo en equipo.
Marco Marques puede tener muchos papeles, pero no está solo. “Durante el año, el bus es para mí. Tenemos tres masajistas más… Cuando llegan los ciclistas, las maletas están listas, la cena ya está reservada… “
“Muchas veces vienen nerviosos, o estresados de que no les fue bien, porque el día fue inútil y se quieren ir a casa… Hay que calmarlos”.
“Pero básicamente lo más importante es estar con ellos cuando hay días de lluvia y frío… Es más inhumano. A veces ni siquiera pueden abrir la ducha… Son situaciones muy difíciles”.
“Fui ciclista y sé lo que es pasar por eso, lo que se sufre. Tenemos que ser muy solidarios. Entonces tenemos su recompensa. Hay ciertos corredores que son un gran ejemplo de los humanos que son”, dijo Marco.
¿Y qué corredor es más fácil de manejar?….
“Es más fácil trabajar con Mads Pedersen. Es humano, es un amigo, es una persona sencilla. Es espectacular”. Bauke Mollema, en cambio, exige un tacto diferente: “Son rasgos especiales. Tiene un carácter muy holandés. Es muy exigente, está muy centrado en lo que hace, es un campeón que lucha, pero el nivel de la demanda es impresionante”.
Incluso dice que hay dos Mollemas: “Fuera del ciclismo, en una etapa, es cinco estrellas. En carrera… le asaltan los nervios de una manera que hay que saber tratar con él, a pesar de su experiencia”.
También destacan por ser personas “espectaculares” los italianos Jacopo Mosca, Filippo Baroncini, Giulio Ciccone y el español Juan Pedro López. Marco Marques no tiene dudas de que es necesario conocerlos bien para saber tratar con personalidades, especialmente cuando las cosas no van bien.
Pero hay muchos momentos felices para recordar en el equipo estadounidense. Con tantos años en la plantilla, Marco Marques ha lidiado con muchos ciclistas, muchas carreras, muchas alegrías y decepciones.
Se esfuerza por destacar algunos de los mejores momentos… “La victoria de [Fabian] Cancellara cuando ganó Roubaix, uno de los últimos, no recuerdo exactamente. También fue uno de los primeros recuerdos que tuve”.
“Muchas victorias fueron buenas. Aquí para pelear, para estar con ellos, si es necesario estar aquí en todo momento, estoy yo”, subrayó.
Las victorias son la recompensa, pero Marco Marques siempre estará al lado de sus ciclistas en los triunfos y en las derrotas y se valora su trabajo, porque, dijo, los ciclistas también corresponden al cariño que saben recibir de todo el personal que vela por tenerlo todo. perfecto y “solo” tienes que preocuparte de competir.
Llegados a este punto, era el momento de dejar el mundo del ciclismo Trek-Segafredo y World Tour… Marco Marques tenía que preparar la comida y el día aún iba a ser largo. Había comenzado a las 6 a.m. y la esperanza es que terminaría alrededor de las 10 p.m., ¡nada a lo que estés más que acostumbrado!
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