Jonas Vingegaard, de la mano de Primoz Roglic, es la imagen que nos queda del Critérium du Dauphiné, dominado casi en su totalidad por el Jumbo-Visma. Además de esta demostración de hegemonía en la alta montaña, por parte de sus dos principales corredores de la clasificación general, el equipo holandés también se destacó con Wout van Aert en las etapas con llegada al sprint en grupo seleccionado. El belga sumó una actuación extraordinaria en la contrarreloj larga, superado por apenas dos segundos por el campeón del mundo Filippo Ganna.

El bagaje del Jumbo-Visma fue muy bueno: primero y segundo de la general, con Roglic y Vigengaard, respectivamente, y maillot verde para Van Aert, y tres etapas conquistadas -que podrían haber sido cuatro, si el belga no hubiera facilitado el sprint (levantó sus brazos para celebrar apresuradamente) con David Gaudu. Si añadimos lo cerca que estuvo Van Aert de ganar también la contrarreloj y Primoz Roglic la penúltima etapa, cuando arremetió en el último kilómetro llegando en segunda posición, a escasos segundos de Carlos Verona (Movistar), el dominio de los ‘amarillos’ hubiera sido aún más abrumador.

Al término del Dauphiné, Jonas Vingegaard se mostró bastante satisfecho con su actuación, también de cara al objetivo del Tour, donde no afirma abiertamente que Roglic sea el único líder del Jumbo-Visma.

“Fue increíble”, dijo el danés. “Teníamos un plan, yo tenía que atacar y Primoz Roglic tenía que seguir. Queríamos intentar aislarnos y lo hicimos. Creo que tenemos motivos para estar felices y orgullosos. Durante las clásicas de primavera no estuve en mi mejor momento, pero ahora estoy de vuelta al más alto nivel”, continuó Vingegaard.

“Es genial ganar una de las carreras más importantes del mundo y para mí terminar segundo en la clasificación general es un resultado excelente. Sinceramente, en el Tour será difícil repetir lo que hicimos aquí, ser 1° y 2°, porque el nivel será aún mayor, pero iremos con todo, con el objetivo de que uno de nosotros [él y roglic] consiga la victoria. Tengo una gran oportunidad de ganar el Tour”.

Por su parte, Primoz Roglic, tras sus triunfos en la París-Niza y en el Critérium du Dauphiné, estará más relajado para afrontar el Tour. Líder de la clasificación general desde la penúltima etapa, el corredor del Jumbo-Visma se mostró fuerte en la dura Plateau de Solaison, en pareja con su compañero Jonas Vingegaard.

“Por fin gané en Francia, ¿no es fantástico?”, ironizaba Roglic al final de la etapa, a pesar de haber ganado ya la París-Niza a principios de temporada tras varios fracasos en esa carrera. “Todo el equipo ha sido realmente fuerte, no somos solo Jonas [Vingegaard] y yo. Todo estuvo bajo control desde el inicio de la etapa, cada uno de nuestros corredores, uno a uno, hizo su parte. Jonas estuvo muy fuerte en la subida final. Podemos ver que las cosas van en la dirección correcta, podemos tener confianza en el futuro. Ahora todavía queda un poco de trabajo por hacer para estar listo para el Tour”, agregó el ganador del Dauphiné. “No importa quién de nosotros gane el Tour, yo o Jonas [Vingegaard], vamos a estar unidos por este gran objetivo”, admitió Primoz Roglic.

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