La categoría del Cross-Country no ha destacado, generalmente, por introducir grandísimas innovaciones en los sistemas de suspensión: quizás las necesidades en esta categoría iban por otros caminos; dado a que se ha requerido siempre una grandísima reactividad y aceleración para poder brindar comportamientos muy veloces en las competiciones, los mayores avances han sido encaminados a realizar bicicletas cada vez más ligeras y más rígidas que permitieran extraer todo el potencial a los ciclistas o corredores. Sin embargo, la introducción de circuitos con un componente muy técnico en los mundiales o en las competiciones nacionales, dónde se incluyen tramos que parecen sacados de circuitos de Enduro o Freeride, ha supuesto un giro de 180° en el planteamiento de algunos fabricantes a la hora de diseñar los sistemas de suspensión de sus bicicletas.

Hace unas temporadas, la firma norteamericana Trek sacó a la palestra un sistema de suspensión en su modelo estrella del XC, el Supercaliber, dónde se recortaba la cifra de 100 mm de recorrido (que hasta la fecha se había mostrado como estándar) hasta los 60 mm. Sin embargo, hace apenas unos días, otra firma norteamericana, Scott, ha sacado su nueva montura para el XC más competitivo, la famosa Spark RC, dónde se aumentan esos famosos 100 mm hasta los 120 de recorrido, manteniendo aún así una geometría decididamente XC (nada de Down Country). Este recorrido duplica los 60 mm de la Supercaliber y nosotros, como muchos, nos preguntamos cuál de los dos planteamientos será el más adecuado para competir, pero también para un uso amateur.

60 mm: Trek Supercaliber

El planteamiento de Trek cuando lanzó su modelo estrella para el XC fue el de intentar aunar un comportamiento muy similar al de una bicicleta rígida (con las ventajas que ello supone) pero con la absorción en la rueda trasera que otorgan un sistema de doble suspensión. Para ello se “minimalizó” todo lo posible el sistema de suspensión para que no se incrementara el peso y se pudiera mantener en registros similares al de una bicicleta rígida. Por otro lado, reduciendo el número de componentes se pretendió dar una rigidez extrema al triángulo posterior para que las pérdidas de transmisión de potencia a la rueda fueran mínimas. Para ello Trek dibujó un triángulo en una pieza (como viene siendo habitual) que se anclaba directamente al amortiguador sin ningún tipo de bieleta de por medio.

Estos sistemas, que se denominaron monopivote simple en sus comienzos, adolecían de la progresividad necesaria para un comportamiento medianamente aceptable. Trek, en colaboración con Fox, diseñó un amortiguador, el Isostrut, que aportaba ese comportamiento tan peculiar de las bieletas, es decir, una progresividad que otorga firmeza durante las fases de pedalada y absorción cuando la bicicleta lo requiere. Con todo ello se lograba una rigidez extraordinaria especialmente en fase de pedaleo puro y duro dónde las torsiones laterales comienzan a aparecer.

Evidentemente, al no existir bieletas la desmultiplicación del recorrido es pequeña por lo que el amortiguador ha de absorber o ha de proveer casi el recorrido total a la rueda: es por ello que no se puedan hacer sistemas sin bieletas con un grandísimo recorrido si no es empleando amortiguadores extremadamente largos, algo no deseado para el Cross Country que lo que más demandan es rigidez y reactividad. Así que el sistema ofrece 60 mm de recorrido ya que Trek entiende que para una práctica de Cross Country es más que suficiente (los pequeños cortados o saltos y pasos de raíces son principalmente absorbidos por la horquilla) siendo la trasera más bien un apoyo al comportamiento.

También es destacable la sensibilidad ante las pequeñas irregularidades que tiene el esquema diseñado por Trek ya que al ir el basculante directamente conectado al amortiguador y alineado con las fuerzas que provienen de el gracias a su anclaje superior la sensibilidad es máxima ir cualquier mínimo movimiento de la rueda es trasmitido y absorbido por el amortiguador.

Beneficios de este sistema y de los 60 mm

1.Peso muy reducido.

2.Rigidez extraordinaria.

3.Mantenimiento menor al existir menos pivotes.

4-Comportamiento muy similar al de una bicicleta rígida (los 60 mm no “descomponen” la montura en fases de pedaleo).

120 mm: Scott Spark RC

El lanzamiento de la nueva Spark RC hace unos días ha sorprendido a todo el sector y aficionados del ciclismo. Lo que más ha llamado la atención ha sido el sistema de suspensión trasero oculto dentro del cuadro. Sus beneficios se irán viendo con el tiempo pero es evidente que uno de ellos es la protección del amortiguador y el esquema ante la suciedad qué proviene de la rueda trasera, lo que implicará una mayor duración de todos los componentes. Otro. que hay que destacar de la ubicación es que se ha conseguido aproximar el peso del sistema alrededor del eje de pedalier, bajando mucho el centro de gravedad de la bicicleta permitiendo, según la marca, una rapidez en los cambios de dirección muy alta, así como una gran manejabilidad.

Pero yendo más allá de la tecnología empleada llama también la atención el nuevo recorrido incorporado, que se ha aumentado de los 100 mm del anterior modelo a los 120 mm del nuevo. Muchos nos hemos preguntado si lo que ha pretendido Scott es dar un enfoque de Down-Country a la nueva bicicleta pero, estudiando detenidamente las especificaciones y la geometría del modelo, nos damos cuenta de que este aumento en el recorrido se ha dado para aportar un rendimiento superior en los nuevos trazados mundialistas del XC sin perder ni un ápice de la reactividad necesaria que se necesita para competir.

La idea de otorgar 120 mm de recorrido permite aportar mayor absorción, especialmente en zonas muy complicadas o en grandes saltos, materia antes casi desconocida en el XC pero que en la actualidad abunda en los nuevos trazados de los circuitos del mundial. Es ahí donde la mayoría de los corredores optan por bicicletas de doble suspensión en lugar de las rígidas y es ahí donde la Spark estará un puntito por encima de las bicicletas con 100 mm y dos o tres puntitos por encima de la Supercaliber con 60 mm. Y es que, además, la Spark RC tiene un as en la manga y es su sistema TwinLock que, mediante el mando dispuesto en el manillar, puedes hacer cambios en la geometría haciendo modificaciones en el recorrido trasero. Es como tener varias bicicletas en una. Y ya por último, comentar que, tanto Fox como Rock Shox que son proveedores habituales de las horquillas, han destacado siempre que sus modelos de corte XC y 120 mm (Fox 32 SC y Rock Shox SID) poseen un comportamiento casi calcado durante los 100 primeros mm de recorrido a los modelos de solamente 100 mm, con los últimos 20 mm como apoyo a las caídas más fuertes.

Beneficios de este sistema y de los 120 mm

1.Protección total del amortiguador que promete unos mayores intervalos en el mantenimiento.

2.La ubicación del sistema consigue concentrar alrededor del eje de pedalier el centro de gravedad permitiendo una manejabilidad y rapidez en las reacciones encomiable.

3.El mayor recorrido de suspensión dotará a la Spark de mayores aptitudes par afrontar saltos o terreno muy complicado en las bajadas sin perder reactividad en la pedalada.

4.El sistema TwinLock hará que puedas explorar los beneficios de llevar 120 mm o decantarte por otros que modifican la geometría hacia posiciones más racing aún.

Conclusiones

Poder tener una montura para competir como la Scott Spark RC, con la absorción que suponen los 120 mm en circuitos muy técnicos, es una tranquilidad. Sí además tú equipo te provee de otro modelo rígido (la Scale RC, por ejemplo) cuando lo necesites, el lujo es total. Pero en la vida de un amateur esas posibilidades son imposibles; hay que elegir y ahí es donde la Supercaliber entra en escena. No todo el mundo que sale a rodar con una XC necesita una bicicleta con aptitudes casi de Enduro, para eso se haría, precisamente, con una Enduro o, como poco, con una Trail. Además,  sigue habiendo un nutrido número de ciclistas que prefieren las sensaciones de una rígida a altas velocidades por pistas o singletracks. La Supercaliber y sus 60 mm de recorrido pueden ser perfectos para este tipo de usuarios que demandan sensaciones puristas pero con la seguridad que aporta la doble suspensión. El caso es que el veredicto no está tan claro, en especial entre los usuarios que pueden ver una deriva demasiado acusada hacia el descenso, por mucho que se prometa una geometría racing, en el caso de la Scott.  Como siempre, las ventas y la competición dictaminarán sentencia.

José Escotto
¡El responsable de GoRide España! No falta experiencia en el área de la bicicleta (y el deporte en general) y mucho menos entusiasmo a la hora de difundir las últimas novedades sobre ciclismo y BTT.

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