Jonas Vingegaard, ganador de los dos últimos Tours de Francia, concedió una entrevista al diario danés Ekstra Bladet en la que reveló que se saltó un control antidopaje en 2019 y los motivos por los que no pudo hacerlo.
“Había dejado mi móvil en la cocina y el timbre de la puerta no funcionaba. Intentaron llamarme y estaba claro que era imposible contestar. Por supuesto que no es correcto. Pero llegaron dos días después”, comentó el periódico danés Jumbo-Visma sobre el incidente.
Vingegaard, en declaraciones traducidas por Cyclingnews, reconoció que lo que le pasó no es positivo. “No es bueno tener una prueba fallida. Es algo en lo que pienso a menudo para asegurarme de que no vuelva a suceder”.
El corredor de 26 años coincide con el sistema que exige que los ciclistas estén disponibles diariamente para ser controlados por las brigadas antidopaje. “No creo que sea tan complicado, siempre hay que recordarlo. Es una molestia, pero cuando estoy en casa no es tan difícil”.
El ciclista del Jumbo-Visma habló del desempeño positivo de su compañero Michel Hessman, aunque sin comprometerse. “No sé cómo llegó a su cuerpo. Pero creo que el mayor temor de todos los ciclistas es que den positivo por algún alimento o bebida que ingieren, sin intención de hacer trampa”.
Jonas Vingegaard finaliza la entrevista dejando claro que el ciclismo actual es más limpio que nunca y que los corredores están mal vistos por lo ocurrido en el pasado. “No quiero ocultarlo, pero tal como sucedió, sigo pensando que es importante hablar del pasado. Porque si lo escondemos debajo de la alfombra, está claro que a la gente todavía no le importa si todos hacen trampa. Si hablamos sobre el tema, creo que hay más posibilidades de no hacer trampa…”, declara.
Y añade: “Tal vez sea una forma de evitar que esto suceda en el futuro. No me tomo nada y tampoco creo que el resto. Consigo ganar dos veces el Tour de Francia sin hacer trampas. Y también creo que los demás no las hacen”.
Fotos: Jumbo-Visma Twitter