El padre de las adolescentes involucradas en el incidente con Mathieu Van der Poel en un hotel de Sídney la noche anterior a la carrera de larga distancia del Campeonato Mundial de Ruta en Wollongong, Australia, dijo que el corredor “tenía motivos para estar enojado, pero no para hacer lo que hizo”.
Emad (que es el nombre con el que se le identifica en una entrevista con el Daily Mail publicada este miércoles) reconoció que la “broma” de sus hijas de llamar, supuestamente con insistencia, a la puerta del dormitorio de Van der Poel, fue “demasiado lejos” y que las jóvenes se comportaron “un poco impertinentes”, pero condenaron a Van der Poel por la reacción.
Emad dijo que Van der Poel “gritó” a su hija menor, de 12 años, diciéndole que “tú también estabas tocando la puerta” y que la joven adolescente estaba “muy molesta”.
“Él [MVP] podría tener hasta motivos para enfadarse, pero no para hacer lo que hizo”, añadió Emad, considerando que “son niñas pequeñas y él es enorme”.
“Cualquiera que me conozca sabe que nunca lastimaría a nadie”
El lunes, Van der Poel se declaró culpable de dos cargos de agresión simple, por los que tuvo que pagar una multa de 1.500 dólares australianos para poder salir de Australia de inmediato. El corredor holandés reconoció que se equivocó al intentar resolver personalmente el incidente, alegando haber agarrado del brazo a una de las jóvenes adolescentes, aunque “sin intención de hacerla daño”.
Van der Poel fue puesto bajo custodia policial y permaneció detenido en la comisaría hasta las 4:00 am del domingo. El corredor, considerado uno de los favoritos al título mundial, estaba todavía a poco más de 30 kilómetros de la carrera del día siguiente, pero se retiró “física y mentalmente destrozado”, según describe su director de equipo, Alpecin-Deceuninck.
Tras regresar a Europa el martes, Van der Poel habló con la prensa holandesa y aseguró que los videos que aparecieron en Internet mostrando el incidente “prueban lo que le había dicho a la policía australiana” y admite que manejó mal la situación.
“Por supuesto que lo siento, también que hice mal. Lo admito, sinceramente. No debí haberlo hecho. Debí haber actuado de otra manera. Desafortunadamente sucedió y estoy tratando de dejar eso atrás y mirar con ganas lo que viene…”, dice el ciclista.
“Cualquiera que me conozca sabe que nunca lastimaría a nadie. Hay muchas historias dando vueltas donde se dice que empujé y esas cosas. Esto no es del todo cierto, eso no es lo que pasó”, asegura.
“De todos modos, debería haber informado a alguien, en la recepción o algo así. Se estaba haciendo tarde y quería dormir”, dijo Van der Poel. “Pensé en resolver la situación yo mismo, lo que resultó ser completamente incorrecto. Desafortunadamente, no puedo cambiar los hechos o borrar lo que pasó”.
Fotos: Facebook Mathieu van der Poel // UCI