Por Mathieu van der Poel es uno de los ejemplos de corredores multidisciplinares y admite el desgaste físico y mental que exige esta intensidad competitiva, declarando que, para seguir haciendo lo que le gusta, no puede esperar una gran longevidad en su carrera.
El ciclista holandés, asiduo presente en competiciones del más alto nivel de ciclocross, ruta, mountain bike y más recientemente gravel (participó en el Campeonato del Mundo, ganando la medalla de bronce), realizó unas declaraciones en las que apunta la posibilidad de que en 2023 tendrá que ceder algunos objetivos habituales.
“La semana pasada leí una entrevista a Serge Pauwels, en la que decía que los ciclistas de nueva generación durarán como mucho hasta los 35 años. Y estoy de acuerdo, esta es la evolución del ciclismo. Mira a Juan Ayuso, que llega a la podio de una gran vuelta a los 19. Me es imposible mantenerme en mi nivel durante 15 años. Pero hablo por mí mismo, aclaro. Definitivamente no voy a competir a este nivel hasta los 40 años”, dijo. Van der Poel, 27 años.
“Esta temporada el cansancio mental es mayor que el físico. Ya no me queda casi nada en los depósitos. Quería hacer el mundial de tierra, porque es un poco especial, y luego dos carreras más y se acabó [la temporada terminó el viernes pasado ]. Estoy feliz de tener un breve descanso”, reconoce el ciclista de Alpecin-Deceuninck.
En la misma entrevista, Van der Poel adelantó su temporada de ciclocróss: “Después del resto, decidiré cuándo será la primera carrera, creo que a fines de noviembre, pero aún no estoy seguro. Lo que sé con certeza es que solo participaré en una gran ruta por carretera el próximo año”.
“Esta temporada fue especial porque me tocó vestir el maillot rosa en el Giro, pero no lo voy a hacer por sistema. Voy a competir en unas 10 o 15 pruebas de ciclocróss, preparme para la primavera en la carretera , descansar después, e ir al Tour”, agregó.
Parece más o menos obvio que la primera disciplina en caer, en 2023, para MVP, debería ser el cross country (XCO), pero que el holandés debería retomar, con fuerza, al año siguiente, apostando por esta vertiente en año olímpico (París- 2024).
Fotos: Mathieu van der Poel Facebook
