Por Warren Barguil (Arkéa Samsic) ganó ayer viernes la quinta etapa del Tirreno-Adriático, de 155 kilómetros de Sefro a Fermo, en la que el portugués Nélson Oliveira (Movistar) fue cuarto, a 15 segundos del francés. Ambos formaban parte de la fuga del día.
Barguil superó al belga Xandro Meurisse (Alpecin-Fenix), que se quedó a diez segundos de diferencia, y al italiano Simone Velasco (Astana), tercero a 14 segundos.
“Estaba un poco cansado de pelear por el 8 o 9 lugar, así que cambié un poco mi récord. En una carrera como esta, donde me puedo divertir, decidí atacar para intentar ganar la etapa”, explicó Barguil.
“No gano muy a menudo. Es más difícil hacerlo desde una fuga que si estás peleando por la clasificación general. Es cierto que siempre se espera mucho de mí, pero no es fácil ganar… Hoy, Me divertí y eso es muy importante. Me encanta el ciclismo”, concluye el corredor francés.
Tadej Pogacar, ganador de las dos últimas ediciones del Tour de Francia, mantiene el liderato de la clasificación general, con nueve segundos de ventaja sobre el belga Remco Evenepoel (Quick-Step Alpha Vinyl) y 43 segundos sobre el holandés Thymen Arensman (DSM) .
En los últimos kilómetros, una situación inusual, un error en la ruta, podría haberle costado tiempo a Remco Evenepoel. “Me sentía bien y tenía un equipo fantástico a mi alrededor. Ataqué y solo me seguían Pogacar y Vingegaard. Cuando íbamos cuesta abajo y teníamos una pequeña ventaja, no había nada ni nadie que nos dijera que el curso era para el bien… y seguimos adelante. Afortunadamente tuve las piernas para recuperarme, también gracias a la ayuda de Ballerini, pero es una pena que las cosas hayan salido así cuando todo iba bien”, dijo Evenepoel.
Tadej Pogacar estuvo de acuerdo con su oponente. “Sin este incidente, la carrera podría haber terminado de otra manera, pero el objetivo era mantener el maillot. Estoy contento de estar en cabeza antes de la etapa reina de mañana [sábado]”, dijo el esloveno, maillot azul de la carrera.
La sexta etapa, hoy sábado, unirá Apecchio con Carpegna, a lo largo de 215 kilómetros, en una jornada de alta montaña que será decisiva para la clasificación general.
