No nos podíamos resistir: tener en nuestras manos una Gravel “eléctrica” y no exprimirla a tope en una ruta medianamente larga hubiera sido un pecado…así que nos hicimos con la GT Grade Bolt una ruta muy habitual por los “bikers” que se patean el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama donde tuvimos diferentes escenarios para que la Grade Bolt pudiera lucirse….y vaya si lo hizo.
Ruta por La Pedriza hasta La Nava (Comunidad de Madrid)
Hasta Cantocochino
Nuestra ruta comenzó y terminó en una población de la Sierra de Madrid llamada Mataelpino. No fue casual: la redacción de GoRide España está ahí. Así que salimos con la fresca (16ºc a las 08:00 hrs a finales de agosto no está mal) y nos lanzamos a la entrada del Parque Nacional por La Pedriza, lo que hasta hace bien poco era un Parque Regional (ahora se ha integrado en el Nacional…¡qué lío!). No nos adentramos por la entrada principal (a esas horas hay muchos coches) pero sí que acabamos cogiendo la carretera asfaltada que nos lleva al corazón de La Pedriza, donde está el área de Cantocochino, con su parking, su restaurante y el bullicio de numerosos madrileños que están deseosos de andar, correr y, como no, montar en bicicleta. La Grade Bolt se comporta excepcionalmente bien en este ámbito, con el aporte necesario para no cansarnos de entrada (modo 1 de asistencia) y un rodar fluido por el negro asfalto.
Sí es cierto que notamos una particularidad que queremos mencionar nada más comenzar el artículo, para no repetirnos posteriormente: la Grade Bolt rueda de maravilla, es veloz sí, pero cuando un falso llano comienza a subir un poco y seguimos sin aporte de potencia (porque estamos por encima de 25 km/h), cuesta tirar de ella, se nota el lastre que es llevar el peso del motor concentrado en el eje trasero.
Subiendo al Mirador de Las Losillas
En este tramo ya nos adentramos en la tierra, una pista que asciende serpenteando la montaña (por la derecha vamos dejando el río Manzanares) y te lleva al pinar más profundo donde a los rayos solares les cuesta penetrar…seguimos en el modo de asistencia 1, suficiente para sentir que gastamos fuerzas pedaleando. La Grade Bolt puede correr, y mucho, y lo comprobamos al poner en un momento dado el modo de asistencia 3 (el más potente), pedaleando con fuerza…y llegando a ver en el velocímetro hasta casi 22 km/h…¡tuvimos que dejar de pedalear en las curvas cerradas porque nos salíamos!.
Pero no queríamos agotar la batería así que proseguimos en el modo 1 hasta el Mirador de Las Losillas. De momento el cuerpo no se resentía, gracias a una postura bastante erguida a los mandos y a un sillín no excesivamente rígido.
Ramal hacia La Nava
En el cruce que está en Las Losillas sale el ramal hacia La Nava. Aquí comienza lo más duro, no solamente por su gradiente, sino por un terreno que en los últimos metros comienza a romperse. Es en el último tramo, de unos 2 km, donde seleccionamos el modo de asistencia 2, para reservar fuerzas y para traccionar sin riesgo por zonas de piedra muy suelta que encontramos.
La Grade Bolt se comporta francamente bien, te ayuda a pasar esos “pedregales” con seguridad. Hemos de destacar que hace un rato que el bosque de pinos desapareció, siendo sustituido por vegetación de alta montaña como el piornal, dejándonos unas espectaculares vistas del pico de La Maliciosa (2.227 m.) y las Cabezas de Hierro (la Mayor con 2.381 m y la Menor con 2.376 m), lienzo idílico una vez que llegamos a la pradera de La Nava (1.949 m), fin del camino, lo que nos obligará a realizar el ramal nuevamente para regresar.
Pero antes de regresar, un buen tentempié admirando las vistas es algo que no puede fallar. Y de paso, podemos echar un repaso (aunque sea visual) al estado nuestra bicicleta que, tras el último tramo de tanto “traqueteo”, ha podido sufrir algún desajuste.
Bajada por el Collado de los Pastores
La vuelta es rápida, bajar con la GT no supone ningún problema: gana velocidad con facilidad aunque el motor deje de asistir. Al abandonar el ramal que provenía de La Nava, giramos en esta ocasión hacia la derecha y nos dirigimos hacia el Collado de Los Pastores. Es un tramo en el que encontraremos también varias subidas, aunque menos pronunciadas. El motor, en esta fase en la que las piernas ya acusan los kilómetros (casi los 27 km que había hasta La Nava han sido de subida) nos ayuda a mantener el tono físico.
Cruzamos el río Manzanares cerca de su nacimiento y aprovechamos para abastecernos antes de enfrentarnos a la última ascensión al Collado de los Pastores (1.746 m). Una vez arriba, nos deleitamos con las vistas: hacia el sur vemos el embalse de Santillana y, con buena visibilidad se puede ver hasta Madrid. Hacia el norte vemos, poderosas, las antenas de televisión que hay en La Bola del Mundo (2.265 m). El mirador que hay en el Collado es un punto habitual de descanso de ciclistas y senderistas. Y aquí ya sí que comienza, definitivamente, el descenso.
El descenso…
La bajada hasta la salida que tomamos para regresar a Mataelpino es vertiginosa. Este tramo de vuelta es más corto, por lo que el gradiente de descenso es muy acusado. No es difícil ver en el velocímetro cifras de 40 km/h, algo respetable cuando el terreno, en ocasiones, presenta algunas piedras sueltas o roderas de las lluvias….la GT Grade se lanza que da gusto y detenerla no es un problema, ya que los frenos presentan un tacto muy dosificable y en ningún momento mostraron síntomas de desfallecimiento.
Pero en tus articulaciones (muñecas y rodillas) sí que se notan las vibraciones que llegan a través del cuadro. Y sufren bastante, mas cuando llevamos unos cuantos kms encima. La bicicleta es la que es; es rígida y transmite las sensaciones sin filtros, es una Gravel, pero no le vendría mal unos neumáticos con mayor balón. Los que instala son de 40 mm y en su ficha técnica vemos que lleva de 42…si en tu mente no está hacer mucha carretera, el cambio es recomendable…
De vuelta a casa
Cogemos las pista que nos lleva a Mataelpino nuevamente. Han sido 56,6 km de sensaciones. Visualmente hablando, La Pedriza es espectacular y eso que los tonos amarillentos de ciertas praderas no son tan especiales como los verdes intensos de la primavera…los olores, más de lo mismo: pinos, arizónicas, jaras, tomillos… componen una amalgama de sensaciones difícil de olvidar.
¿Y la experiencia ciclista? Pues fantástica. ¿Ha colaborado la GT Grade Bolt en ello? Pues sí, la verdad. Es una bicicleta con la que experimentas: a veces te sientes un ciclista de ruta, otras veces de Mtb. En ocasiones, te ves como que te aventuras más de la cuenta por donde no debieras; a veces te ves fuera de lugar porque un motor te ayuda; y otras veces te relajas y dejas que el motor te saque del atolladero. La sonrisa de la cara no se nos borró durante un buen rato…¡Bravo por la GT Grade Bolt!
GT Grade Bolt
Cuadro: Grade Alloy / Horquilla: Grade E-Carbon / Motor: Mahle Ebikemotion X35 250 W / Batería: Mahle 250 Wh / Transmisión: Shimano GRX 2×10 / Frenos: Shimano GRX discos 160 mm / Ruedas: Shining Alu / Neumáticos: WTB Nano 700c x 40 / Manillar: GT 6061 / Sillín: Fabric Scoop Shallow / Peso (verificado): 14,9 kg (con pedales) / Precio: 2.799 €
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