Ganador del Criterium Dauphiné y de la Vuelta a España, Primoz Roglic (Red Bull-BORA-hansgrohe) tuvo una temporada complicada. El esloveno fue víctima de dos graves caídas, una en la Vuelta al País Vasco, en la que participaron aún más gravemente Jonas Vingegaard (Visma | Lease a Bike) y Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step), y en el Tour de Francia, poniendo el fin de sus esperanzas de ganar la Grande Boucle en 2024.
Roglic recordó sus altibajos de la temporada y también destacó sus próximos objetivos.
“Después de lo que me pasó en el Tour, una vez más me enfrenté a muchas preguntas, en particular la continuidad de mi carrera. Pensé en lo que necesitaba en ese momento y me dije que ya no necesitaba formar parte del mundo del ciclismo y sufrir así”, admitió el líder del Red Bull-BORA-hansgrohe.
Roglic luego se fijó como objetivo ganar la cuarta Vuelta. “Llegué a la conclusión de que volver a entrenar no perjudicaría mi salud. Sin embargo, me sentí aliviado, como si después de todo no me hubiera pasado nada grave y eso me permitiera seguir haciendo mi trabajo. El apoyo de mi familia y amigos ha sido fundamental: no es fácil andar en bicicleta cuando sientes dolor, pero su apoyo hizo que mis decisiones y mi camino fueran más fáciles”, afirmó el nuevo tetracampeón del gran Tour de España, mal celebrado debido a una enfermedad.
“Siempre nos quedamos cerca de los baños, incluso después de la entrega de premios”, bromeó el esloveno.
Roglic ya piensa en el Mundial de Zurich. “No puedo hacer predicciones, pero las rutas me gustan. Además, después del Mundial seguiré en la Vuelta a Lombardía, como ya pasó en algunas temporadas pasadas. Será más fácil mantenerse activo durante este período”, concluyó.
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