Ayer te dejamos un artículo de un vídeo que publicó Canyon sobre dos ‘riders’ de Gravel, Emily Chapell y Jenny Tough sobre la imagen corporal de las ciclistas. Parece un tema menor, pero…¿hay que empezar a preocuparse con ello?…
El dossier de prensa que la firma alemana nos facilitó era mucho más que un simple texto alrededor del vídeo en cuestión: en el dossier se adjuntaba lo que llamaron “Guía de debate Corporal” con testimonios de las corredoras y enlaces a artículos muy interesantes sobre la problemática que puede estar causando el culto al cuerpo en el ciclismo….y en especial a las mujeres.
En uno de esos artículos, publicado en la revista ‘Total Women’s Cycling’, la deportista Michelle Arthurs intenta dar importancia a la problemática que puede estar surgiendo por ese afán de destacar la imagen corporal por encima de muchos aspectos (sobre todo del propio deportivo).
“Muchas deportistas de clase mundial se ajustan a las tallas 14-16 debido a la forma del cuerpo, pero esto se promociona como ¡grasa!” (Rachel Atherton).
Utilizando los resultados de la encuesta de imagen corporal en el deporte femenino, realizada por BT Sport, Michelle quiere destacar que se pretende implantar dicha imagen “como una forma saludable de mantener el peso y de mantenerse en forma, además de mantenerse fuerte o ágil” y añade que también se pretende excusar dicha persecución de la imagen ya que…“el deporte debe ser una celebración del cuerpo, y nuestros campeones deben estar orgullosos de lo que sus cuerpos pueden hacer”.
BT Sport realizó una encuesta a 110 deportistas femeninas destacando que el 80% sentía presión para ajustarse a un determinado tipo de cuerpo, y que el 67% de las encuestadas sentía que su apariencia era más valorada por el público y los medios que su rendimiento deportivo.
El ciclismo era uno de los deportes practicados por las deportistas encuestadas, mostrando de esta manera que esta obsesión por la imagen femenina está también presente en otros deportes, desde correr hasta levantamiento de pesas o snowboard.
“Solo tienes que mirar los comentarios que llegan cuando se muestran fotografías de nuestras ciclistas profesionales en los medios. Es evidente que hay un enfoque en la apariencia y la imagen corporal de las ciclistas en el ciclismo femenino”, sigue apostillando Arthurs.
En un programa de radio de la emisora Radio5, la “Downhiller” Rachel Atherton comentó: “La apariencia de las atletas femeninas también es ampliamente comentada, a menudo de forma crítica o con una especie de admiración lasciva”.
Y es que en ese mismo programa se hablaba de la importancia para un deporte como el ciclismo del éxito que puede suponer para un ciclista conseguir una excelente relación potencia-peso, que viene definida por la energía que produce durante un período de tiempo, dividida por su peso en kilogramos.
Pero también se indica que, dependiendo de la disciplina practicada, habrá corredores más pesados (competiciones de duraciones más cortas con alta demanda de potencia) o ligeros (ciclismo más escalador de etapas más largas), habiendo un peso óptimo para cada ciclista y para cada atleta, pero como señaló Atherton, no siempre se ha de usar una talla 8: “Muchas deportistas de clase mundial se ajustan a las tallas 14-16 debido a la forma del cuerpo, pero esto se promociona como ¡grasa!”.
Como mostró la encuesta, el 97% de las atletas femeninas pensaban que había un problema con las mujeres y la imagen corporal en la sociedad en general.
Michelle quiere hacer hincapié no solamente en el mundo de la competición, ambiente en el que se ha realizado la encuesta de BT-Sport, sino también en el del ciclismo amateur… “¿qué efecto tiene en el resto de nosotras la atención constante sobre la apariencia y la imagen corporal en el ciclismo femenino?. Pero, ¿está todo en nuestras mentes o es exagerado por los medios? Hay ciertos sitios web de ciclismo que reciben comentarios negativos injustificados de los lectores, cuando las mujeres prueban los productos“.
La triatleta Hildi Helbling, que ha completado multitud de Ironman y es nadadora de aguas abiertas durante todo el año, comenta a Michelle: “Siento una presión inmensa para lucir de cierta manera. Definitivamente existe la sensación de que no correré ni andaré en bicicleta rápido si no pierdo peso. Recientemente me fotografiaron para una campaña publicitaria para un Tri y sentí que tenía que disculparme por el hecho de que ‘es enero’ y ‘no estoy en el peso de la carrera’“.
Evidentemente podríamos mostrar infinidad de comentarios o de anécdotas relacionadas con este tema. Y, dentro de lo preocupante que supone la obsesión y/o crítica por la imagen corporal en el ciclismo, lo es aún más cuando nos damos cuenta de que ese problema es más acentuado con las mujeres. Les está costando mucho esfuerzo ser tenidas en cuenta y llegar a ser equiparadas con los deportistas masculinos para que, una vez que lo están consiguiendo, tengan que lidiar con la problemática de una imagen estereotipada más exigente con ellas que con los hombres. Intentemos, desde nuestras posiciones (más o menos humildes) luchar contra esa lacra.
Fotos: Canyon / Red Bull Content Pool / RFEC / Rachel Atherton Facebook