Mucho estamos leyendo sobre los dos o los cuatro pistones en las pinzas de freno (en especial en el Mtb, claro). O sobre el diámetro de los discos…Y, como te imaginarás, a más pistones o a mayores diámetros de discos, más potencia de frenada, ¿no? Pues la verdad es que la composición de las pastillas de freno es casi tan importante (o más) de cara a la potencia o tacto de la frenada….

Vamos a detallarte las distintas composiciones que podemos encontrar en las pastillas (en todas, tanto para Mtb como para la carretera…) y que, según sea esta, se prima o la potencia de frenada o la durabilidad de las mismas ya que, como perfecto no hay nada en esta vida, ambas características es “casi” imposible tener….

Tipos de pastillas de freno

Sinterizadas o metálicas: Mediante este proceso (sinterización o compactación a baja temperatura) se reúnen polvos metálicos (cobre, acero y/o bronce) con fibras de distinta composición (de grafito, por ejemplo), formando una pieza compacta y de gran resistencia. Como ventajas, el buen rendimiento (sobre todo en mojado) a altas temperaturas, y la larga duración. Como inconvenientes, el ruido en su utilización, la falta de mordiente al inicio y el alto desgaste que producen en los discos.

Semi-metálicas: Realizadas a base de diferentes fibras orgánicas e inorgánicas, combinadas con fibras metálicas, utilizan resina fenólica como compactador del compuesto. Son más silenciosas y poseen mayor mordida inicial que las metálicas, además de un buen rendimiento en todas las condiciones, aunque sufren mayor desgaste que las metálicas en condiciones extremas (agua, suciedad,…).

Orgánicas: En las pastillas de freno orgánicas el material principal es una resina de diversas plantas (como la de los pinos), en lugar de partículas metálicas, aunque en la actualidad se fabrican de manera industrial. Poseen una gran mordiente, son silenciosas y no se calientan con facilidad, por lo que tienen buen rendimiento en largas bajadas. Pero tienen un rápido desgaste en comparación con las metálicas y semi-metálicas, y requieren de un pequeño rodaje para poder rendir al máximo.

Cerámicas: Son, básicamente, pastillas orgánicas que se refuerzan añadiendo fibras cerámicas (silicatos) y partículas de cobre. Estas fibras hacen que aumente la resistencia a temperaturas muy elevadas y por eso se consiguen frenadas muy potentes sin calentar el sistema de frenado. El ruido de rozamiento es muy bajo, trabajando a una muy baja temperatura. Su coste elevado es su ‘talón de Aquiles’…

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José Escotto
¡El responsable de GoRide España! No falta experiencia en el área de la bicicleta (y el deporte en general) y mucho menos entusiasmo a la hora de difundir las últimas novedades sobre ciclismo y BTT.

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