Mathieu van der Poel fue el más fuerte en la musculosa salida de la 105° edición de la Vuelta a Italia, entre Budapest y Visegrad, Hungría, ayer viernes. El holandés del Alpecin-Fenix confirmó su favoritismo en esta primera etapa de carrera, que tuvo un final animado, en una subida de poco más de 5 kilómetros sin gran desnivel (4,2%) coincidiendo con la meta, y se impuso, en el sprint, Biniam Girmay (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux). En su debut en el Giro, Van der Poel ganó el primer maillot rosa de la carrera.
“Fue una etapa muy fácil hasta los últimos 20 kilómetros y la subida final. Pero en esta última se me hizo muy difícil mantenerme delante, iba un poco hacia delante y hacia atrás, lo que me costó mucha energía. Obtuve una victoria muy especial, pero llegué al límite y ni siquiera tuve fuerzas para levantar los brazos”, analizó Van der Poel.
“Espero mantener el maillot rosa en la contrarreloj de mañana, al menos lo intentaré… En el Tour de Francia del año pasado conseguí mantener el maillot amarillo, espero volver a sorprenderme mañana. Vi la ruta, parece bastante sinuosa. Me tomaré el tiempo hasta entonces y lo celebraré con el equipo esta noche”, dijo el corredor de 27 años.
Envuelto también en la lucha por la victoria, Caleb Ewan (Lotto Soudal) cayó a unos 30 metros de la meta. Girmay quedó en segundo lugar y Pello Bilbao (Bahrain-Victorious) en tercer lugar, fue el mejor corredor de los candidatros a conseguir la clasificación general, ganando cuatro segundos de bonificación por eso.
La puissance de Mathieu van der Poel ! Le Néerlandais remporte la première étape du Giro au terme d'un final très animé à Visegrád ! #Giro #LesRP pic.twitter.com/pA1OmI3wrl
— Eurosport France (@Eurosport_FR) May 6, 2022
Biniam Birmay se mostró satisfecho con su clasificación. “Fue difícil, fue realmente muy difícil, ¡pero terminar segundo es increíble! No estoy decepcionado, estoy feliz. Terminar segundo en mi debut y detrás de Mathieu van der Poel, que es un gran campeón, me hace muy feliz…fue nuestro primer duelo”, declaró el eritreo, que sigue haciendo historia para su país. Sobre la caída de Caleb Ewan, dijo: “No sé qué pasó. No vi nada, solo sentí que alguien me tocaba mi rueda trasera”.
Por su parte, Pello Bilbao fue el vencedor de la jornada entre los supuestos candidatos a los primeros puestos de la clasificación general, recogiendo cuatro segundos por el tercer puesto. “Siempre hay incertidumbre sobre las sensaciones cuando empiezas una gran vuelta, sobre todo con una etapa que no ha sido fácil. No sabía cómo sería la subida final, me quedé atento y por fin tuve un buen día. bien colocado antes de la última curva, al final. Perdí posiciones por la caída de Caleb Ewan. Es una buena manera de empezar el Giro”, dijo el corredor de Barhain.
Aún con el mismo tiempo que el ganador -pero sin derecho a segundos extra- Wilco Kelderman (5º/Bora-Hansgrohe), Richard Carapaz (6º/Ineos Grenadiers) y Bauke Mollema (7º/Trek-Segafredo) terminaron en las siguientes posiciones.
Por otro lado, el resto de favoritos, entre ellos João Almeida (14º/EAU Emirates), Romain Bardet (22º/Team DSM), Simon Yates (24º/BikeExchange-Jayco), Tom Dumoulin (25º/Jumbo-Visma) o Alejandro Valverde (26/Movistar), concedió cuatro segundos al grupo de cabeza (sin contar bonificaciones).
La historia de la primera etapa del Giro 2022 se restringe a dos momentos: la fuga del día, que tuvo la peculiaridad de estar formada por dos integrantes del mismo equipo, Mattia Bais y Filippo Tagliani, de Drone Hopper – Androni Giocattoli; y la subida final, después de que esta dupla italiana, que llevaba 9 minutos de ventaja, la hubiera alcanzado el pelotón a 13 kilómetros de meta.
El ritmo se aceleró frente al gran grupo en la aproximación a la subida al castillo de Visegrad con la habitual lucha por el posicionamiento. En las primeras cuestas, Lawrence Naesen (AG2R Citroën) se adelantó y probó suerte en solitario, pero aún a tres kilómetros de meta no pudo resistir la persecución, sobre todo porque Lennard Kämna (Bora-Hansgrohe), el corredor más amenazador. También atacó para hacer el puente y así desató una reacción más enérgica de los equipos interesados en la victoria.
Sin embargo, el alemán tampoco fue muy lejos, sucumbiendo al ritmo del Intermarché-Wanty-Groupe Matériaux, trabajando para su velocista y máxima estrella, la eritrea Biniam Girmay. Éste se correspondía perfectamente con el servicio de sus compañeros, pero Mathieu van der Poel fue más potente y ganó la etapa muy por delante de él. Caleb Ewan fue el único de los demás que mostró capacidad para argumentar a favor del triunfo, pero se equivocó, tocó la rueda de Girmay, cayendo aparatosamente.