‘Misión cumplida’ era la sensación en una Sky Procycling entonces en sus inicios. Era el 22 de julio de 2012. Mark Cavendish, vestido con el maillot de campeón del mundo, cerraba un Tour de Francia memorable para los británicos con un triunfo en la mítica etapa que todos los velocistas quieren ganar: los Campos Elíseos.

Pero ese ni siquiera fue el punto culminante de un Sky Procycling que estaba iniciando una revolución ciclista. Ese día, Bradley Wiggins se convirtió en el primer británico en ganar el Tour.

Hacía unos años parecía una locura pensar que eso sucedería. El corredor –hijo de un especialista en esta vertiente del deporte–, con cuatro medallas de oro olímpicas, ¿convertido en un ciclista capaz de enfrentarse al mejor de los escaladores?

Mucho se ha dicho y escrito sobre el tema. Inicialmente estaba claro por qué, gracias a los resultados en el camino no muy convincentes. Sin embargo, todo cambió en 2009, cuando fue cuarto en ese Tour ganado por Alberto Contador, con Andy Schleck en segundo lugar. Wiggins (en Garmin-Slipstream) eventualmente subiría al tercer lugar, debido a la conocida historia de Lance Armstrong.

El resultado convenció a Dave Brailsford, ahora un nombre ineludible en el ciclismo entre los carismáticos directores de equipo. El técnico vio en Wiggins al líder indiscutible que buscaba para Sky Procycling, equipo que salió a la carretera en 2010. El objetivo era dar una proyección diferente al ciclismo británico y ganar el Tour de Francia… con un británico.

He aquí que la transformación de Wiggins en potencial candidato a ganar grandes vueltas -y siempre con el Tour a la cabeza de las preferencias, por no decir que era el único objetivo- toma otros contornos. Y no creas que todo sucedió de la noche a la mañana.

Crear un campeón y un equipo ganador

No sólo estuvo muy bien preparada toda la estructura que haría de Sky un referente, sino que en 2010 y 2011 nos dejaron ver los tiempos de aprendizaje y cómo perfeccionar todos los detalles de un equipo que no sólo quería ganar: quería controlar todos los aspectos de la carrera. La frase “ganancias marginales” casi se convertiría en un eslogan, pero primero había que poner a Wiggins en el trono.

En la Vuelta de 2011, los indicios eran claros de que Sky estaba listo para el asalto final al Tour. Luego Wiggins fue tercero y un joven relativamente desconocido llamado Chris Froome segundo. Años más tarde sería declarado vencedor de esta Vuelta a España, arrebatándole a Wiggins el “título” del primer británico en ganar una gran vuelta. Juan José Cobo fue descalificado y ahora los registros dictan que Froome ganó y Wiggins fue segundo.

Lo importante es que había indicios de que había que tener cuidado con Sky. Así llegamos al 2012. ¡Qué año! París-Niza, Vuelta a Romandía y Critérium du Dauphiné. Wiggins ganó las tres carreras antes del Tour ese 2021, algo nunca antes visto. Como curiosidad, la temporada comenzaba con la Volta ao Algarve y Wiggins era tercero, al haber ganado la contrarreloj entre Lagoa y Portimão.

Esta especialidad resultaría muy relevante en la histórica victoria en el Tour de 2012. Wiggins fue derrotado por Fabian Cancellara en el prólogo, pero pronto comenzó a ganar ventaja sobre rivales más directos. Un detalle: este Tour comenzó en Bélgica, en Lieja.

Puntos destacados de la carrera

La primera semana de carrera, en el norte de Francia, fue nerviosa, por así decirlo. Sin embargo, Sky resistió y llegó dispuesto a poner en práctica su plan de ataque en la séptima etapa, con meta en La Planche des Belles Filles (y mucho se ha hablado últimamente de esta subida). Fue allí donde la victoria de Wiggins y el futuro de Froome y el estilo propio del equipo comenzaron a tomar forma.

Wiggins fue tercero y lució la amarilla que nunca se quitaría, Froome ganó y Cadel Evans (BMC) se interpuso. Cadel un año antes había sido el primer australiano en ganar el Tour, ahora parecía poder ponerle más difícil la misión al británico. ¡Pero no fue así! Dos días después, Wiggins ganó la contrarreloj y repitió la hazaña en la penúltima carrera. Se confirmó la importancia de ser bueno en esta especialidad y luego saber defenderse en las subidas. Puede que no haya sido el Tour más montañoso de la historia, ¡pero tampoco fue fácil!

No se puede decir que Wiggins fuera el escalador de los escaladores… De hecho, es imposible olvidar el momento en que Chris Froome retó al líder, desafiando también el permiso de Sky: todo para el líder y sólo para el líder.

Estábamos en la etapa 11, La Toussuire, y Froome amenazó con dejar atrás a Wiggins. Estaba mejor físicamente y, como se vio en las siguientes temporadas, era un ciclista de montaña mucho más dotado. Le dijeron que esperara, pero las imágenes de Froome pedaleando “tranquilo”, mirando hacia atrás como para desafiar a Wiggins, llamaron la atención.

Froome tuvo que esperar su momento y no esperó mucho, ya que al año siguiente ya se le veía como el próximo ganador del Tour. Pero en aquel 2012, el Tour de Francia era para Wiggins y no había margen para cambios de última hora si no era necesario. Sky Procycling llegaría a París envuelto en la gloria, preparado para ser el referente de una nueva era del ciclismo que acababa de comenzar.

Fue un Tour de Francia extraordinario. Maillot amarillo, Froome fue segundo a 3:21, con el italiano Vincenzo Nibali (entonces Liquigas-Cannondale) cerrando el podio, a 6:19. Seis victorias de etapa quedaron en el récord, ya que Cavendish agregó tres, en lo que fue el único año del velocista con el equipo británico. Y todos estos nombres que ganaron fueron “de la casa”, británicos, los tres convocados para este Tour por el equipo.

Al final, un “trabajo hecho, de verdad”, por parte de Wiggins. En otras palabras, “trabajo hecho”… Misión cumplida. A partir de ese Tour, Sky, más tarde Ineos, elevó el listón sobre cómo trabajar en el deporte. Hubo años de dominio, no olvidará cómo el “tren” Sky controlaba las subidas, haciendo casi imposible que los rivales atacaran, o al menos disuadiéndolos de hacerlo, hasta que recientemente una nueva generación, que creció viendo Sky ejecutar, firmó el final de este dominio que pasará a la historia. Y todo comenzó con Bradley Wiggins ganando ese Tour.

El equipo

¿Quiénes eran los nueve valientes del Sky Procycling? Ya se ha mencionado a los tres británicos, pero gran parte del éxito del equipo siempre se ha debido a la gente gregaria de otras nacionalidades. Muchos de ellos merecen ser referidos como súper gregarios.

El noruego Edvald Boasson Hagen (35) era un ciclista acostumbrado a luchar por las victorias. Sin embargo, abrazó este rol secundario con enorme categoría. Ayudó a Cavendish y protegió a Wiggins antes de que el suelo comenzara a inclinarse. Lo mismo ocurría con el austriaco Bernhard Eisel, todo un caballero en lo que a lanzamientos al sprint se refiere. Estuvo en Sky desde el inicio del proyecto, 2010, hasta 2014 y actualmente representa a TotalEnergies.

¿Qué ha sido de ellos? Eisel (41 años) terminó su carrera en 2019, en Dimension Data, habiendo representado a Sky entre 2012 y 2015. Llegó a ser comentarista en Eurosport/GCN y este año comenzó su carrera como director deportivo en Bora-Hansgrohe.

Cavendish (37 años) tiene una historia mucho más conocida. Ambos viven momentos de gloria y desaparecen y en 2020 hasta lloró en una entrevista pensando que su carrera había terminado. El entonces Deceuninck-QuickStep le reabrió sus puertas, empatado con Eddy Merckx en número de etapas ganadas en el Tour (34), pero este año se quedó fuera y busca al equipo que le ayude a ser el dueño del récord.

El australiano Richie Porte (37) es una de las caras principales de los días de gloria de Sky. Estuvo en la estructura entre 2012 y 2015, regresando en 2021, preparándose para poner fin a su carrera al final de esta temporada. Era la mano derecha de Froome, intentaba ser el líder, pero en las grandes vueltas siempre pasaba algo que le quitaba posibilidades de ganar. El tercer puesto de 2020, de Trek-Segafredo, fue un merecido premio para un ciclista que fue uno de los mejores en carreras de una semana. Así que sí, tiene un palmarés impresionante: Critérium du Dauphiné, París-Niza, Vuelta a Suiza, Vuelta a Romandía… Vuelta al Algarve.

Michael Rogers (42), también australiano, fue uno de esos ciclistas en los que más confió Brailsford. Con él casi nada fallaría. Sin embargo, el hecho de que sea un corredor de gran calidad -fue tres veces campeón del mundo de contrarreloj, por ejemplo- hizo que no quisiera estar tan atado al rol de gregario. Solo permaneció en Sky en 2011 y 2012, y se mudó a Tinkoff. Podría ganar etapas en el Giro, pero el tramo final de su carrera estuvo marcado por ser alguien en quien un líder confiaba mucho. Dejó el ciclismo en 2016.

Christian Knees, de 41 años, es un verdadero hombre de la casa. Se unió a Sky en 2011 y permanece allí desde 2021 como director deportivo. Terminó su carrera en 2020 y se quedó en la estructura, en un momento en que el equipo puede que ya no sea el dominador de otras épocas, pero sigue queriendo ganar las grandes competencias, ahora con un estilo muy diferente al de su época dorada.

El bielorruso Kanstantsin Siutsou (39) estuvo en el Sky entre 2011 y 2015 -fue campeón del mundo sub-23 en 2004- y, pese a algunos triunfos, siempre fue muy trabajador. Terminó su carrera de la peor manera en 2018 en el Bahrain Mérida tras ser sancionado.

Chris Froome (37 años)… Cuatro Tours, dos Vueltas, un Giro y solo por mencionar algunos grandes logros. Es uno de los grandes de los últimos tiempos ciclistas. Sin embargo, terminaría sufriendo un poco lo que le pasó a Wiggins. Cuando los ciclistas más jóvenes se unieron al equipo, perdió estatus. Con Egan Bernal ganando protagonismo, Froome salió un poco por la puerta pequeña, también muy lastrado por la grave caída durante el Critérium du Dauphiné de 2019.

Se quedó un año más en los ahora Ineos Grenadiers, antes de mudarse a Israel Start-Up Nation (ahora Israel-Premier Tech). Pero ya no era lo mismo. Incluso ha tenido algunas de las mejores actuaciones desde el otoño reciente, pero no es el gran Froome de los días del cielo.

Bradley Wiggins (42) fue tan rápidamente la referencia del equipo que perdió estatus, en gran parte debido a Froome. Permaneció en Sky hasta abril de 2015 y luego se dedicó al equipo que había creado pensando en los jóvenes ciclistas: Team Wiggins. Todavía aprovechó para hacer una u otra carrera, pero se alejó del deporte, retirándose en 2016. Todavía probó con el remo, pero desistió de ese plan. El Team Wiggins, a nivel Continental, duró hasta 2019. Hoy en día se dice que nació para ser comentarista y lo podemos ver en Eurosport/GCN.

Y no lo olvides, Wiggo, el ciclista de las patillas, como se le conocía, es hoy Sir y ocupa un lugar destacado en la historia del deporte británico. Aquel 2012 tuvo otro gran momento: tras ganar medallas olímpicas en pista al inicio de su carrera, se lanzó a la ruta para ganar el oro en la contrarreloj y luego en los Juegos Olímpicos de Londres.

Imágenes: ASO (vía Facebook); William Morice/MaxPPP/Wikimedia Commons; Dacoucou/Wikimedia Commons.

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