A día de hoy las horquillas telescópicas convencionales son las más abundantes lo que viene a decirnos que, hasta la fecha, se han mostrado como el mejor sistema: la menor complejidad para su fabricación que hace que su precio no sea desorbitado (más o menos), una ligereza bastante apreciable, una estética conseguida a la que nos hemos acostumbrado…. varios pueden ser los motivos de su éxito.

Solamente la horquilla Lefty de Cannondale se mantiene como la única ‘rebelde’ en las bicicletas de grandes series: recordemos, es una horquilla monobrazo e invertida que debe su funcionamiento a una serie de rodamientos de agujas… ahí es nada.

Foto: Archivo GoRide

Pero de vez en cuando es interesante dar una vuelta por lo que en el planeta nos podemos encontrar y que nos viene a decir que otras formas de suspensión delantera son posibles: en el tema de las horquillas se ha perseguido desde siempre algún sistema alternativo a las horquillas telescópicas, siempre en la búsqueda de la perfección. ¿Y es que las telescópicas no son lo ‘mejor’? Todo en esta vida es mejorable y, en general, las horquillas alternativas han buscado un comportamiento que minimice uno de los hándicap de las telescópicas: el hundimiento al frenar.

Foto: Motion Ride

Y es que cuando frenamos, la horquilla se comprime, alterando la geometría de la bicicleta. En línea recta posiblemente no sea un gran problema pero dentro de una curva, la compresión de la horquilla hace, por un lado, que la bicicleta se ‘acorte’, algo que por un lado puede ser bueno (más rápida al girar) pero a gran velocidad se pierde algo de aplomo. Además, esa compresión de la horquilla hace que el ángulo efectivo de la dirección crezca, verticalizando más el tubo de dirección y haciendo que la bicicleta se vuelva más nerviosa e inestable.

Otro ‘defecto’ derivado de esa compresión es que el recorrido, evidentemente, se acorta, lo que supone que los baches, roderas, pequeños cortados, etc, que nos aparezcan en ese momento sean peor ‘tragados’ por la horquilla, lo que hace que pierda efectividad.

Foto: Josh Gore Works

Así que, como a continuación verás, los sistemas alternativos, en general, lo que buscan es precisamente acabar con ese defecto de las telescópicas. No todos estos ejemplos que te hemos traído están a la venta, es más, algunos son simplemente la materialización del sueño de algún diseñador audaz. En general son productos muy caros de fabricar, con una cantidad tan grande de componentes que suelen hacer de ellas unas horquillas pesadas.

Cuatro son los ejemplos que te hemos traído pero, si rebuscas por ahí, encontrarás unos cuantos más….

Funny Fork FF01/02 by Josh Gore Works

Esta horquilla monobrazo (en carbono y aluminio mecanizado, con el soporte de la pinza en titanio) dispone de un amortiguador comprimido por una gran bieleta, lo que presupone un gran efecto anti-hundimiento.

El hecho de ser monobrazo permite ahorrar unos gramos en unos sistemas de suspensión que, por lo general, son pesados. El recorrido puede oscilar de los 95 hasta los 145 mm. Esta horquilla no está a la venta…

Lauf TR Boost

Esta firma islandesa ya nos sorprendió hace unos años con su ingeniosa horquilla completamente realizada en fibra de carbono que debe su amortiguación a una serie de ballestas (6 por cada ‘pata’).

Es una horquilla enfocada al XC que ofrece 60 mm de recorrido pero que, gracias a su poder ‘antihundimiento’ cunden más de lo que aparentan. La ventaja de este sistema es que no tiene mantenimiento y de que, por su simplicidad, el peso es muy contenido: 1.000 g. Existen otras versiones para otros enfoques: hay horquillas para el Gravel (Laug Grit) y para las Fat Bikes (Lauf Carbonara).

Foto: Lauf

Motion Ride E18

Los franceses de Motion son unos especialistas en suspensiones y, como una demostración de su ‘know-how’, comenzaron fabricando una horquilla, la E17, de difícil catalogación que, sin embargo, tuvo el suficiente éxito para mantenerla en catálogo e irla evolucionando hasta la E18 actual.

Su sistema funciona con una especie de bieleta-ballesta gigante y una lama de carbono que hace las veces de muelle…. Según sus fabricantes, “el funcionamiento del chasis MOTION es independiente del peso del ciclista y de la potencia de frenado”.

Fotos: Motion Ride

Trelever de Scurra

Este sistema no es únicamente una horquilla sino un entramado de tuberías tanto en la parte delantera como en la trasera que comprimen unos amortiguadores dispuestos en el centro del cuadro. La bicicleta es una Scurra y el sistema es denominado Trelever.

Si nos fijamos en la horquilla, es del tipo paralelogramos, apreciando claramente su funcionamiento y cómo están disasociadas las diferentes fuerzas que intervienen: la dirección por un lado y la suspensión por otro… Ofrece nada menos que 178 mm (con rueda de 29”) y su enfoque es eminentemente ‘endurero’…

Fotos: Scurra

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