El sillín alberga mucha más tecnología de lo que a priori pueda parecer; y es que hay que tener en cuenta que, sobre ese punto de apoyo tan pequeño, se focaliza más del 50% del peso del ciclista. Vamos a desgranar un sillín para que lo conozcáis de primera mano:

PARTES DEL SILLÍN:

1.-Plataforma o base: es la parte donde nos apoyamos, y que suele tener tres partes diferenciadas: el esqueleto, el acolchado y el tapizado, existiendo sillines que prescinden de los dos últimos, en busca de fuertes sensaciones (se transmite absolutamente cada irregularidad del terreno).

El esqueleto o base puede estar realizada en fibra de vidrio, nailon, kevlar o fibra de carbono (o a veces una combinación de varios de ellos), cada cual en busca de una característica que los diferencie (bajo precio, gran resistencia, bajo peso, capacidad de amortiguación…). El acolchado, el cual se sitúa en lugares estratégicos, puede realizarse con espuma (de diferentes densidades en algunos casos), elastómeros (gran flexibilidad y elasticidad) e incluso inserciones de Gel (con base de silicona).

Y por último, el tapizado, el elemento más visible estéticamente hablando, suele fabricarse en materiales sintéticos o microfibras (dependiendo las marcas, existen muchas denominaciones: microtex, microtech, etc.), o incluso polímeros con grandes propiedades de absorción (se evita la utilización de espumas) y ventilación, acompañados de cordura, kevlar,…. Sin olvidarnos de la piel (cuero), elemento presente desde los comienzos de la bicicleta.

Estos tapizados también se encuentran con diferentes texturas, algunas rugosas para evitar el deslizamiento o perforadas para una mejor ventilación. Por norma general, el tapizado suele ir encolado al esqueleto, realizándose esta operación, en muchos casos, a mano.

2.- Anclaje al sillín: Nexo de unión entre el sillín y la tija, generalmente compuesto por raíles, clasificándolos por su:
Morfología o diseño: En la actualidad existen dos tipos de anclajes del sillín a la tija, el más habitual compuesto de dos raíles y los mono-raíles o monolink (los cuales persiguen la simplicidad, el bajo peso y grandes posibilidades de ajuste). Su diseño y disposición hará que un sillín pueda situarse de una forma determinada, ya que la longitud o inclinación de los raíles serán los que marquen el camino.
Material de fabricación: El Acero, aleado con Cromo en algunas ocasiones, es uno de los materiales que podemos encontrarnos en los raíles, brindando gran resistencia y durabilidad, a precios asequibles. El Aluminio también está presente entre los materiales, con la consabida búsqueda de menor peso a buen precio. Puede en ocasiones encontrarse aleado con otros componentes (como por ejemplo el carbono). Dentro de los metales, el Titanio (rigidez, flexibilidad y ligereza son sus características) también lo podemos encontrar en los raíles (puede llegar a aligerar entre 30-40 grs un sillín con respecto a unos de Cromo).

Como es lógico, la Fibra de Carbono está presente. Hasta hace poco tiempo, la más utilizada era la fibra de carbono trenzada, siendo la unidireccional la que está generalizándose. Hasta el Carbono-cerámico forma parte de esta lista de materiales. Y el Nailon también ha encontrado su hueco, gracias a su bajo peso, resistencia y cierta flexibilidad, característica deseada en busca de comodidad.

LA ELECCIÓN DEL SILLÍN

Evidentemente, los sillines no podemos solamente diferenciarlos por su forma de construcción, ya que existen diferentes anchuras y longitudes las cuales tienen como fin satisfacer todas las exigencias.

Por un lado, dependiendo del uso, los sillines tienen un estándar de medidas dependiendo de si van enfocados a bicicletas de Endurance, Performance, Triatlón, Ciclocross, Paseo…..la lista, como supondréis, es bastante larga. Muy importante es nuestra morfología, por lo que tenemos que saber cómo poder elegir un sillín que se nos adapte como un guante. Porque no es lo mismo el cuerpo de una mujer que el de un hombre. O, por ejemplo, la anchura de isquiones (tuberosidad isquiática) del biker, que también determinará las dimensiones del sillín.

Existen muchas fórmulas, más o menos caseras, para determinar cuál es la anchura que mejor se adapta a nuestra fisonomía (desde medir la distancia de nuestros isquiones sentándose sobre un papel en un sillón hasta buscar una relación con la talla de pantalones que tengamos), por lo que lo más recomendable es acudir a un centro especializado, donde podemos encontrar incluso medidores de presión con memoria (los llamados “sit&fit”) que se encargan de medir la distancia antes comentada y así determinar nuestro sillín.

A la hora de identificar un sillín, podemos establecer los siguientes parámetros:
• Existe un clasificación para determinar, aproximadamente, cuál es nuestra talla correcta en función de la anchura de isquiones, y que sale de sumar a esa medida unos 20 mm. aproximadamente:

Anchura de los isquiones y la Anchura del Sillín

Isquiones <100 mm. / Sillín 125-130 mm.
Isquiones 100-130 mm. / Sillín 140-145 mm.
Isquiones >130 mm. / Sillín  >155 mm.

• Como norma general, un sillín de mujer tendrá, aproximadamente, unos 20 mm. más de anchura por la mayor distancia entre isquiones que poseen, y unos 10 mm. menos de longitud para evitar presiones en la zona genital.

• Dependiendo de la modalidad que practiquemos, también se puede establecer una clasificación; sillines estrechos y largos para largas etapas de pedaleo con posturas aerodinámicas, o sillines con mayor anchura para mayor libertad de movimientos en etapas donde nos tengamos que poner mucho de pie…..hasta sillines específicos para la práctica del triatlón, donde se pueden encontrar de muy diversas medidas, dependiendo del gusto del triatleta, desde sillines cortos y anchos hasta sillines con bastante longitud, siendo está última característica la más adecuada, ya que un triatleta necesita adoptar desde posturas muy agachadas para conseguir una gran aerodinámica (trasero al final del sillín) a otras posiciones más al ataque (trasero hacia la punta del sillín):

Modalidad / Anchura Sillín / Longitud Sillín:

Performance /  125-130 mm. / 260-280 mm.
Endurance / 130-160 mm. / 255-275 mm.
Triatlón / 135-165 mm. / 250-280 mm.

• El acolchado de nuestro sillín también es motivo de estudio. Y puede parecer el parámetro más simple, ya que inmediatamente lo asociamos con la comodidad que queramos tener sobre nuestra bicicleta. Y en parte es así, pero no siempre. La postura que adoptemos sobre nuestra montura también tiene que ver en la elección del acolchado.

Y es que una postura relativamente erguida, donde nuestra espalda se mantenga recta, hará que carguemos más peso sobre nuestros isquiones, por lo que un sillín con más acolchado y con una superficie de apoyo cóncava (reparte más equilibradamente el peso) será de agradecer. Evidentemente en este apartado también tendremos que tener en cuenta nuestro peso, y es que cuanto más alto sea, más acolchado deberemos incorporar.
• Y por la forma de un sillín, uno en forma de “T” serás más indicado para largas jornadas de pedaleo sin modificar nuestra postura (el fino morro no nos producirá rozaduras al pedalear). Los sillines en forma de “pera” (menos “puntiagudos”) nos permitirán mayor libertad de movimientos con mayor comodidad.

José Escotto
¡El responsable de GoRide España! No falta experiencia en el área de la bicicleta (y el deporte en general) y mucho menos entusiasmo a la hora de difundir las últimas novedades sobre ciclismo y BTT.

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