Egan Bernal se sometió con éxito a una cirugía en la rodilla derecha la semana pasada en Colombia, interrumpiendo su breve regreso a la competición, que comenzó en agosto, y poniendo así fin a su igualmente corta temporada 2022.

La intervención ya estaba planificada, como parte del proceso de recuperación del corredor colombiano. El jefe del equipo médico que operó a Bernal informó que durante el procedimiento le quitaron varios clavos y un tornillo que ayudaba a sostener el hueso de la rótula, fracturado a raíz del grave accidente que sufrió el ciclista del Ineos en enero de este año.

Carlos Gutiérrez, el médico que realizó la operación en la Clínica de la Universidad de La Sabana, dijo a la agencia española de noticias EFE que el procedimiento salió según lo planeado.

“He confirmado que el menisco y los ligamentos están completamente sanos. Hicimos una cirugía artroscópica en la rodilla y comprobamos que la fractura también está curada. No hubo complicaciones durante la intervención, que fue corta y salió bien. Se sentirá mejor sin esto, un material que, en ocasiones le producía molestias y dolor en la rodilla”, indicó el doctor, quien además precisó que a Bernal aún le quedan unos días de recuperación y seguirá trabajando específicamente en el fortalecimiento muscular y otros acondicionamientos físicos antes de la temporada 2023.

El ganador del Tour de Francia 2019 ha vuelto a la competición en las últimas semanas, disputando la Vuelta a Dinamarca y luego la Vuelta a Alemania, antes de cerrar este primer ciclo de su vuelta a la competición en la Coppa Sabatini hace unos días.

“Tenía nostalgia cuando volví a competir”

Egan Bernal dijo, a su regreso al pelotón, que “se estaba perdiendo la competencia, una sensación un tanto extraña”, quien admitió haber estado “asustado, pero con la adrenalina de la carrera, como si nada hubiera pasado”, en referencia al largo período de ausencia tras el accidente de entrenamiento en Colombia, aún en pretemporada.

“Tuve que convencer al equipo para que confiara en mí. Ya estaba pensando en el próximo año, pero me estaba recuperando rápidamente con el apoyo de mis familiares. Me puse en forma y le pedí al equipo y al entrenador que me dejaran ponerme en forma”, reveló el joven de 25 años.

“Antes del reinicio me sentía vulnerable. En Dinamarca, una carrera muy difícil, pedí trabajar para el equipo, quería ser uno más… Pero tenía miedo de no poder terminar el carrera. En Alemania, lo que más me costó fue el ritmo. No podía destacarme del resto del pelotón. Fue duro. Aun así, ayudé a perseguir y lograr la fuga en una etapa, y eso me hiz sentirme orgulloso”, dijo entonces el piloto de Ineos.

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