La verdad es que a día de hoy es una disyuntiva un tanto inútil, ya que la mayor parte de los fabricantes están cada vez integrando más el cableado y latiguillos de freno por el interior de los cuadros, cuando no también de los manillares y de las direcciones.
La estética suele estar reñida con la funcionalidad…
Y en algunas ocasiones te habrás preguntado qué beneficios puede tener dicha ubicación de componentes cuando, a priori, la manipulación suele ser bastante engorrosa, en comparación al cableado externo.
Seguro que en esas conversaciones que tienes con los integrantes de tu Grupeta hay algunos que están a favor de la integración absoluta y otros en contra…”¿de qué bando eres tú?” A continuación te vamos a dar nuestras razones a favor y en contra de la citada integración para ver si podemos (o no) resolver tus dudas.
A favor
1.Evidentemente el fin que creemos prioritario de dicha integración es la estética limpia que se deja tanto en el cuadro como en los manillares. Y es que es innegable que ocultar tanto los latiguillos de freno como los cables otorgan una estética más agraciada.
2.El componente aerodinámico se ve mejorado: es posible que este factor en bicicletas de montaña no tenga tanta relevancia pero en las monturas de carretera donde cada milésima ganada por cualquier componente es bienvenida, es muy de valorar.
3.Mayor protección de los citados cables y latiguillos: siempre que estos estén escondidos por dentro de un cuadro sufrirán menos las inclemencias meteorológicas o los daños generados por algún golpe. O, en el caso de monturas de Mountain Bike, de enganchones con ramas y otros elementos de la naturaleza…
En contra
1.Evidentemente, la accesibilidad es peor que con un cableado exterior. En este apartado, ya nos pueden poner todas las facilidades del mundo que nunca será igual hacer una sustitución de cables que estén completamente al exterior que tener que enrutarlos con fundas (cuando existen) a través de un cuadro, basculante o manillar.
2.Ruidos: este apartado, con el tiempo, cada vez se va perfeccionando, pero el roce de estos cables a la entrada de los cuadros, en el interior, en uniones imposibles, etc, en muchas ocasiones genera ruidos bastante molestos mientras conducimos…
3.Mayor desembolso económico: es lógico pensar que fabricar un cuadro con las especificaciones necesarias para poder enrutar todo lo necesario supone un coste de fabricación mayor que, al final y como es lógico, repercute en el precio definitivo de la bicicleta.
Fotos: GoRide / Rock Shox / Scott
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