El sudor excesivo, la polución o las baterías de nuestro propio cuerpo son agentes que no se dejan ver generalmente en nuestra equipación. No quitarlos a tiempo puede ser muy perjudicial, no solamente para la salud de nuestras prendas, sino también para la nuestra.
Pensamos que la suciedad que se adhiere proveniente del agua sucia de la carretera es el mayor motivo para lavar y mantener en condiciones nuestra equipación pero no es así. Tenemos que ser conscientes de que, en mayor o menor medida, nuestras prendas van “sumando litros”, y más ahora que aprieta el calor. Por no decir de que nuestro cuerpo (y nuestras partes íntimas, en contacto con las badanas) va depositando partículas que hay que eliminar. Otro elemento bastante invisible que se adhiere a la ropa es la contaminación que “reina” por gran parte de las carreteras.
¿POR QUÉ LA SUCIEDAD, AUNQUE NO SE VEA, ES TAN PERJUDICIAL PARA NUESTRA EQUIPACIÓN?
Lo primero que hay que decir es que es, sobre todo, perjudicial para nuestra salud. Podemos destacar varios agentes que, aunque no se vean, atacan a nuestras prendas (y a nosotros mismos):
• El sudor: Realmente, es un producto natural generado por nuestro propio cuerpo, pero, como verás a continuación, el mantenerlo en nuestra equipación no es lo más recomendable. Poniéndote en situación, diremos que el sudor sirve, entre otras cosas, para regular la temperatura corporal y expulsar toxinas, siendo su composición el agua, la sal, la urea, distintas sustancias orgánicas y el lactato. Esto quiere decir que el propio sudor, al quedarse en la equipación, genera bacterias las cuales, además que con el tiempo lleguen a generar malos olores (en las prendas de lycra y/o poliéster este problema se agranda), pueden llegar a provocarte irritaciones en la piel. Parecerá exagerado pero, dependiendo del tipo de tu piel, el riesgo existe. Y, en el plano estético, debido a la transferencia de sales del propio sudor, al secarse este origina unas marcas o cercos blancos poco “favorecedores”.
• La contaminación: Aunque en el entorno por el que habitualmente salgas a montar no haya excesivo tráfico, la atmósfera que rodea las carreteras suele estar bastante cargada de polución, y más si lleva unos días sin llover. A nuestra equipación se adhieren poco a poco las micro-partículas que provienen de los gases que generan los vehículos, ensuciándola. Además, el llevar continuamente pegada a nuestra piel esas partículas no son, ni mucho menos, beneficiosas para nuestra piel.
• Aunque es cierto que los tejidos de las prendas, en concreto de las badanas, poseen tratamientos antibacterianos, están en directo contacto con las partes íntimas de nuestro cuerpo. Las bacterias y hongos deberán ser eliminadas por el tratamiento antibacteriano, pero tienes que lavar tu ropa tras la salida para erradicar cualquier resto y mantener el buen funcionamiento de dicho tratamiento.
RECOMENDACIONES PARA EL CUIDADO DE NUESTRA EQUIPACIÓN
Culotte, maillot, guantes, calcetines
Digamos que las prendas que están confeccionadas con tejido exclusivamente y que no incorporan, generalmente (ojo con los guantes) materiales de otro tipo:
◦ Lee atentamente las instrucciones de lavado y, sobre todo, usa la lógica. Ni detergentes agresivos ni suavizantes (estos últimos reducen significativamente las espumas de las badanas) ni temperaturas excesivamente altas (la mayoría de las marcas hablan de no pasar de 30 – 40ºC). No dejes eternamente la ropa en un cesto, si tienes alguna mancha (agua sucia e incluso barro) cuanto más tiempo pase sin ser quitada, más te costará que desaparezca. Por cierto, chequea bien todos los bolsillos, no sea que metas una cámara a lavar….En la mayoría de los casos se recomienda no utilizar el centrifugado, por lo que tendrás que “apretarlas” (sin estrujarlas ni retorcerlas) al sacarlas de la lavadora y quitar todo el agua posible. Si ves que sigue saliendo algo de espuma, vuelve a aclararla.
◦ A la hora de meter la ropa en una lavadora, cierra las cremalleras: no se dañarán y evitarás deformaciones por el calor si son de plástico. Ojo con los velcros, sufren mucho y pueden engancharse en otras prendas. No es mala idea dar la vuelta a la ropa para que el detergente no incida directamente en los diseños y colores de tu equipación.
◦ Al secalas, no todas las prendas admiten ser secadas en secadoras (lee las indicaciones que hay en la etiqueta) y, en caso de que así sea, lee bien las instrucciones del electrodoméstico que seguro que incluye algún programa específico, no sea que te encoja un par de tallas (las marcas de ropa que permiten la secadora hablan de programas que no vayan más allá de 20 minutos). Pero, lo mejor, es secarlas tal cual, sin que les pegue directamente el sol (se decoloran) ni cerca de un radiador (y menos sobre él). Un buen método es colgar los culottes, guantes y calcetines y, en el caso de los maillots, dejarlos directamente en perchas.
◦ El planchado, lógicamente, está totalmente descartado (te puedes cargar directamente la lycra).
◦ Si vas a dejar la ropa en un coche después de tu ruta ciclista, no la metas sudada dentro de una bolsa (y menos de plástico), ya que la humedad tardará más en desaparecer, generando con antelación los malos olores.
Casco
◦ Lavado y secado: parece muy evidente que no los vamos a meter en un electrodoméstico, pero los distintos acolchados interiores, que en algunos casos son desmontables, sí podrían ser metidos en una lavadora. Por sus dimensiones, te recomendamos que los limpies a mano, debajo del grifo con agua fría y un poco de jabón neutro, suficiente.
Además, no dañarás los velcros que suelen poseer. Su secado, dadas las dimensiones, será rápido. Si no puedes desmontarlos, mete el casco directamente bajo el agua, de paso lo limpias por completo. Si hay manchas o mosquitos difíciles de sacar, frota con un cepillo suave para no dañar el barniz protector. Quita el exceso de agua con un trapo limpio o con papel de cocina y que se seque al aire. Mucho ojo con las fuentes de calor, los diferentes plásticos que lo componen son muy sensibles (se deforman con facilidad). Una parte que recoge mucha suciedad, en especial sudor, son las cintas o tiras de ajuste: puedes meterlas en remojo en un recipiente y frotarlas con el cepillo suave, estrujándolas para retirar el agua sobrante. Mucho cuidado con dejar los cascos dentro el coche en verano, ya que se alcanzan altísimas temperaturas que pueden causar daños.