Por Cuando todos pensaban que Chris Froome estaba poco más o menos acabado, el resultado de ayer (tercero en la línea de meta) en un día tan especial del Tour como la llegada en el Alpe d´Huez devuelve la ilusión al propio corredor y a la legión de seguidores que siempre creyeron en él…
“Esto es como una pequeña victoria para mí. Fue increíble estar ahí arriba justo en medio de la acción otra vez. Creo que puedo irme a dormir con una sonrisa en mi rostro esta noche”, dijo ayer Froome nada más cruzar la meta.
El británico de 37 años estaba ansioso por demostrar que la aparatosa e importante caída que tuvo en 2019 no había terminado con él. Su idea en el día de ayer era salir ‘con vida’ de la Col du Galibier… “Me arriesgué probablemente a unos tres kilómetros de la cima del Col du Galibier. El Jumbo Visma estaba controlando la brecha en aproximadamente un minuto y medio y escuché en la radio que Pidcock había atacado en la primera parte del descenso y venía hacia mí. Los dos trabajamos juntos y logramos pasar al frente”, explicó Froome de cómo se fue fraguando su extraordinario resultado.
“Todos parecían estar trabajando juntos bastante bien. Pero el ritmo ya empezó a aumentar hacia la cima del Col de la Croix de Fer y se redujo a un grupo de solo cinco de nosotros con Pidcock, Ciccone, Meintjes, Powless y yo. A partir de ahí, para mí, Tom se destacó como el ciclista más fuerte del grupo por la forma en que montaba. Parecía como si fuera el más ligero con los pedales y era el tipo a seguir”.
Al llegar al Alpe d’Huez, Tom Pidcock lanzó un ataque al que Froome no quiso responder inmediantamente sabedor de su debilidad física en comparación al inglés, manteniendo su ritmo. “Cometí errores en esta subida antes, me dejé llevar en la parte inferior demasiadas veces, así que cuando Tom subió a las pendientes anteriores pensé: ‘Está bien, voy a acelerar lo mejor que pueda’. y creo que los mantuve allí durante unos cuatro o cinco kilómetros, Meintjes probablemente estaba solo unos diez segundos por delante de mi”.
Finalmente Froome cruzó la meta en tercer lugar, demostrando que está de vuelta después de un largo y duro camino…Su sonrisa en meta lo decía todo “Simplemente no tenía las piernas para dar más que este tercer lugar. Pero puedo estar muy feliz con esta etapa hoy. No fue la victoria que esperaba y hubiera sido increíble poder poner mis manos en el aire en un escenario como este, pero si me tomo un minuto para pensar de dónde vengo en el últimos tres años…. El año pasado, luchaba solo para terminar este tipo de etapas en el Tour…”
Fotos: Tour de Francia // Israel-Premier Tech (Luca Bettini/SprintCyclingAgency)
