Siglas y más siglas pueblan los catálogos de los fabricantes de cascos dando nombre a sus más ilustres innovaciones en materia de seguridad. Y nosotros que nos alegramos porque, ante todo, la seguridad ha de ser lo primero. A continuación vamos a intentar desgranar a fondo todos los secretos de los cascos más punteros para que puedas tener toda la información necesaria a la hora de tu próxima adquisición.
PARTES DE UN CASCO Y SISTEMAS CONSTRUCTIVOS MÁS HABITUALES
Ante todo, es importante saber de qué se compone un casco y cuál es su habitual configuración así como sus materiales de construcción:
• Carcasa: parte exterior del casco, suele estar en plástico tipo ABS, tomando protagonismo cada vez más el policarbonato o la fibra de carbono, sin olvidar otros materiales minoritarios pero de gran compromiso entre ligereza y seguridad, como el grafeno o la fibra de vidrio (cascos integrales). Por otra parte, no es raro encontrar carcasas realizadas con más de una capa superpuesta.
• Capa interior o acolchado, realizado generalmente en poliestireno expandido EPS. Es la zona más importante del casco, ya que es la encargada de absorber el impacto, aplastándose primero y llegándose a romper si la necesidad de absorción lo requiere. En los últimos tiempos se están insertando dentro del EPS unas estructuras o esqueletos, para dotar de mayor rigidez al conjunto. Estas estructuras las encontramos realizadas en livianos materiales como la aramida e incluso la fibra de carbono. Hay marcas que han desarrollado una especie de estructuras realizadas con tubos huecos de gran dimensión (Air Tube System),que incrementa la rigidez a cambio de un mínimo incremento de peso.
• Sistema de sujeción y retención que está compuesto por las cintas o correas de sujeción y los sistemas de ajuste internos. Los sistemas de cierre, por norma, suelen ser de hebilla con clip, aunque hay excepciones como las hebillas de presión magnética muy fáciles de manipular, incluso con guantes. Y los ajustes internos más utilizados son los de ruleta, añadiendo en los últimos tiempos los de tipo Boa micrométrico. El ajuste interno suele, a día de hoy, realizar una adaptación del casco en todas las direcciones, consiguiendo el denominado efecto 360º.
Pero las partes anteriormente mencionadas han de formar una estructura resistente para otorgar al casco de la seguridad necesaria, para lo que se utilizan los siguientes sistemas de construcción:
• Pegado de la carcasa exterior con la capa interior: fórmula en desuso que aún podemos encontrar en modelos de iniciación y que presenta carencias, como el envejecimiento prematuro, poca ligereza y débil comportamiento ante impactos.
• Tecnología In-Mold: se funde o fusiona la carcasa exterior en la fase de inyección de poliestireno EPS, creando así una forma mucho más rígida, resistente al impacto y extremadamente ligera.
• Tecnología Hybrid In-Mold: resultado de combinar los anteriores sistemas. Se utiliza en algunos modelos de carcasas múltiples, donde la más próxima al EPS se fabrica mediante la tecnología In-Mold y el resto se encolan entre sí.
HIGH TECHNOLOGY
Al mismo tiempo que el desarrollo de las bicicletas ha ido en continuo crecimiento, los fabricantes de cascos han ido evolucionando los primitivos diseños para dotar de mayor seguridad y funcionalidad a sus modelos, pudiendo encontrar un casco para cada modalidad del ciclismo. Dentro del maremágnum de tecnologías aplicadas a la seguridad y al confort, hemos destacado las siguientes tecnologías:
• MIPS® (Multi-directional Impact Protection System): la idea surge en 1995 de un científico sueco, Hans Von Holst, que ve como el impacto que sufre nuestro casco, generalmente directo, no se transmite a nuestro cerebro de la misma manera. Este preciado órgano puede llegar a rotar y contra-golpear dentro de nuestro cráneo, sufriendo daños irreparables.
El sistema MIPS lo que hace es permitir cierta rotación de la parte interior del casco con respecto a la exterior (mediante unos elastómeros) para minimizar dicho efecto, disminuyendo la probabilidad de daños cerebrales (dependiendo de los fabricantes, se habla de un incremento en la protección con respecto a cascos convencionales de hasta un 40%). Como curiosidad, el MIPS se probó en un casco por primera vez en el año 2.000 y no es una tecnología exclusiva de ninguna marca, pudiendo ser utilizada por quien lo desee.
• ANGi: es la más pura tecnología llevada a la seguridad en el ciclismo. No es un sistema de protección en sí sino toda una red de avisos. Specialized ha patentado esta tecnología que conecta el sistema instalado en el casco (ANGi) a tu Smartphone a través de la APP Specialized Ride que lo que hace es detectar el accidente que se haya (desgraciadamente) producido y activar una cuenta atrás en tu teléfono. Si no la detienes, en cuanto finalice se transmitirá una alerta con tus coordenadas GPS a tus contactos de emergencia. Simple pero muy efectivo.
• FLUID INSIDE®: este sistema incorpora una matriz de cápsulas orientadas alrededor de la cabeza y unidas al interior del casco. Al desacoplar o “hacer flotar” con precisión el casco en la cabeza, cada matriz de cápsula puede “gestionar” las fuerzas lineales y de rotación que actúan sobre el tejido cerebral blando. Es otro sistema que permite que el casco rota en el momento de un impacto: en este caso se inserta un fluido en cada cápsula que es lo que absorbe la energía. Por cierto, esta patente fue adquirida por MIPS.
• SPIN® (Shearing Pad INside): este sistema ha sido desarrollado por POC tomando como base el MIPS (POC en su catálogo también ofrece modelos con dicho sistema), por lo que su fin es mitigar las fuerzas rotacionales derivadas de un impacto oblicuo. Para ello se utiliza unas almohadillas especiales que se ajustan al cráneo y permiten que la carcasa rote. Además, el EPS interior está muy reforzado, con gran absorción y resistencia a los impactos.
MATERIALES DE ALTA COSTURA
Otro de los grandes avances que estamos viendo últimamente en la confección de cascos es la utilización de materiales (especialmente para carcasas) con alto poder tecnológico que, además de incrementar la seguridad, también aumentan la comodidad de uso (no en vano, eso supone más seguridad):
• POLICARBONATO: el policarbonato es un termoplástico de gran facilidad para el moldeado y con una gran resistencia ante los impactos y el calor, siendo utilizado por la gran mayoría de cascos desde hace décadas. La innovación está, más que en el propio material, en cómo se aplica y construye, pudiéndose realizar carcasas monocasco o multicapa.
• FIBRA DE VIDRIO: muy usada en el motociclismo, tenemos que irnos a cascos que heredan el diseño de los de motor para encontrar este compuesto, como es el caso de algunos cascos integrales de DH, que utilizan esta fibra que está compuesta por filamentos de vidrio unidos por polímeros o resinas. Es menos ligera que la fibra de carbono, aunque a cambio es más económica.
• FIBRA DE CARBONO: que nadie piense que el oro negro nada más lo encontramos en la bicicleta y sus componentes. Como no podía ser de otra manera, también ha llegado a los cascos, explotando sus propiedades de gran resistencia a bajo peso. Al poder recibir el casco un impacto desde distintas direcciones, la aplicación del carbono es mediante fibras trenzadas. Otro tipo de aplicación que se está empezando a ver es mediante láminas Textreme que, en lugar de trenzar hilo, lo que hace es trenzar cintas, aumentando más si cabe la resistencia sin incrementar el peso.
• GRAFENO: el Grafeno es un material derivado del grafito, cuya estructura básica está formada por átomos de carbono dispuestos de una forma hexagonal. Ello da lugar a estructuras laminares (forma de panel de abejas) que consiguen un material hasta 200 veces más resistente que el acero y de una extrema ligereza.
• KOROYD®: este material es el resultado de la unión en un proceso térmico de miles de tubitos de un copolímero, consiguiendo unos resultados de absorción de impactos y de transpiración inmejorables (según el fabricante superiores al EPS). Se puede utilizar como revestimiento interno al completo o insertado en diversas zonas del propio acolchado EPS.
• WAVECEL: de concepción similar al Koroyd, este material exclusivo de Bontrager es una especie de estructura de celdas plegables y que viene a sustituir la habitual espuma de EPS. Su absorción es máxima al flexar en un primer momento, deformarse a continuación y llegando incluso a desplazarse para alejar la energía del impacto de la cabeza.
Fotos: Bontrager / Catlike / POC /Smith