Hace unos meses hablamos de todo lo que has de saber para elegir correctamente un sillín de carretera…ahora queremos contarte lo necesario sobre los sillines de Mtb por si estás pensando un cambio del actual.
Un sillín es algo más que el elemento o componente donde nos sentamos, siendo fundamental su comodidad y la libertad de movimientos que nos permita, para integrarnos en la bicicleta y rendir al máximo…
Una posición del sillín demasiado alta o baja, o retrasada, e incluso un manillar demasiado alejado, hará que carguemos mucho peso sobre la zona perineal o genital…
Morfología de un sillín de Mtb:
Podemos encontrarnos distintos diseños dependiendo de la modalidad a la que vaya destinada nuestro sillín. Uno de XC será, por norma, más estrecho y largo y en general menos acolchado (permitiéndonos un pedaleo fluido, además de un bajo peso) que uno enfocado al Enduro o DH, que buscará la libertad de movimientos con suficiente área de apoyo. Así también, otra diferenciación es la curvatura del apoyo, más planos los diseñados para XC o Maratón y más curvados los destinados al Enduro o DH.
Aunque las últimas tendencias del XC más técnico está obligando a los corredores a instalar sillines más cortos que permitan una mayor libertad de movimientos que los más largos habituales del XC…Por ejemplo, un sillín de XC ‘tradicional’ suele rondar los 270-280 mm de largo y los 130 mm de ancho, mientras que hay corredores instalando para el XC sillines de longitudes que rondan los 250 mm…
Dentro de cada categoría, podríamos también diferenciar los sillines prostáticos, diseñados para reducir la presión sobre la zona perineal de nuestro cuerpo, mediante un canal central e incluso una ranura, la cual puede llegar prácticamente a cruzar el sillín (una gran abertura mejora aún más esta característica, pero implica una anchura total de sillín mayor). Hay otros modelos que incluso se les corta la ‘nariz’ para liberar aún más esa presión. Estos últimos tienen como contrapartida que el peso recae aún más en nuestros isquiones, pudiendo ser más incómodos a lo largo de los kilómetros.
También existen diferencias por sexos, y es que los sillines enfocados a las mujeres tienen un diseño específico, ya que suelen tener más anchura en la parte trasera para adaptarse a la distinta fisonomía, ya que la anchura entre los isquiones en una mujer es mayor que en el hombre.
La media de un sillín de hombre para XC tiene una anchura de 125-135 mm., mientras que el equivalente de mujer puede rondar los 145-150 mm.. Como norma, también suelen ser más cortos, para evitar presiones en la zona genital (un sillín de mujer suele estar 10 mm. por debajo en longitud que el equivalente de hombre).
El Material de fabricación determina también el tipo de Mtb que deseas practicar ya que rara vez se utilizan materiales muy livianos (y delicados) en modalidades donde el uso ‘extremo’ pueda ‘herirlos de muerte’… La plataforma o base de un sillín suele tener tres partes diferenciadas: el esqueleto, el acolchado y el tapizado, aunque existen sillines que prescinden de los dos últimos, en busca de fuertes sensaciones (se transmite absolutamente cada irregularidad del terreno).
El esqueleto o base puede estar realizada en fibra de vidrio, nailon, kevlar o fibra de carbono, buscando una característica que los diferencie: bajo precio, gran resistencia, bajo peso, capacidad de absorción, etc.
Un error que a veces se comete es pensar que cuanto más ancho y acolchado sea un sillín, más cómodo ha de ser…
El acolchado tiene que estar repartido de forma estratégica y puede realizarse con espumas de diferentes densidades, elastómeros e incluso inserciones de Gel con base de silicona.
Y por último, el tapizado suele fabricarse en materiales sintéticos o microfibras (dependiendo las marcas, existen muchas denominaciones), o incluso polímeros con grandes propiedades de absorción (se evita la utilización de espumas) y ventilación, acompañados de cordura, kevlar,….
Estos tapizados también se encuentran con diferentes texturas, algunas rugosas para evitar el deslizamiento o perforadas para una mejor ventilación. Por norma general, el tapizado suele ir pegado al esqueleto, realizándose esta operación, generalmente, a mano.
Los raíles son el punto de unión entre el sillín y la tija. En modelos muy bajos de gama, los raíles dejan paso a una sujeción directa del sillín a la tija (casi en desuso), con un tornillo y tuerca como sistema de apriete y cierre. Las uniones más habituales son las compuestas por dos raíles (los Monolink ya casi no se utilizan…).
Su diseño y disposición hará que un sillín pueda situarse de una forma determinada, ya que la longitud o inclinación de los raíles serán los que marquen el camino. El material de fabricación también es otra cuestión que va a marcar la ligereza del sillín y, por supuesto, el precio: el acero, el aluminio o el titanio son los metales que podemos encontrar. Y, como material estrella, la fibra de carbono siendo, generalmente, la más utilizada la fibra de carbono trenzada.
6 Recomendaciones a la hora de elegir un sillín…
1.-Tener las ideas claras del tipo de Mtb que practicamos. Esto nos dará una referencia dentro de cada marca a la hora de desechar los que no nos van a servir.
2.-Es recomendable que acudas a un centro especializado donde siempre os podrán orientar y, en muchas ocasiones, podrás hasta probar los modelos.
3.-En caso de que la compra la queráis realizar por Internet, informaros previamente en las páginas web de cada fabricante, donde por norma general vienen muy bien detalladas todas las características.
4.-Un error que a veces se comete es pensar que cuanto más ancho y acolchado sea un sillín más cómodo ha de ser. Esta afirmación es válida en los primeros compases de una ruta o en rutas muy cortas, pero será el diseño, más que la anchura (te rozarán fácilmente los músculos al pedalear) o el acolchado, quien marque la comodidad de un sillín. Y más comodidad aún tendremos si nuestro coulotte posee una badana de calidad.
5.- Si aún así, queremos un sillín tirando a blando, es mejor adquirir uno que posea las características que buscamos y evitar las fundas (de gel o similares), que lo que hacen es ampliar las zonas de apoyo, por lo que cargamos más sobre las zonas conflictivas, consiguiendo antes el efecto contrario al que buscamos.
6.- Pero no solamente debemos fijarnos en el diseño de nuestro sillín. Casi más importante es la posición que adoptemos sobre él, y evidentemente viene condicionada por la posición del propio sillín o de algún componente (tija, potencia,…): una posición del sillín demasiado alta o baja, o retrasada, e incluso un manillar demasiado alejado, hará que carguemos mucho peso sobre la zona perineal o genital.
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