Sí, ya sabemos que las Gravel no nacieron para hacer bajadas muy técnicas con pasos muy complicados… Las conocidas ‘trialeras’ parece que son el territorio de las Mtb más capaces y no de las Gravel de estrechas ruedas y suspensiones, en la mayoría de los casos, inexistentes.

Pero pueden ocurrir dos cosas que suponga tener que realizar estás bajadas y para las que te vamos a dar unos consejos y así hacerlas con seguridad: por un lado, puede pasar que simplemente te apetezca hacer ‘trialeras’ con tu Gravel. Y, por otro lado, que no conozcas el camino y de repente te encuentres con una bajada de este tipo. O que te hayas apuntado a salir con la Grupeta de las Mtb y quieran ponerte a prueba en una zona complicada.

Con la idea en la cabeza, nos cogimos la Gravel y nos fuimos a nuestros caminos del entorno (nada de teorías, probamos sobre el terreno) a ver cuál nos resultaba la forma más segura de realizar dichas ‘trialeras’ y qué consejos podíamos extraer de dicha sesión de ‘trial’… Y este fue el resultado

Recomendaciones para hacer bajadas técnicas con tu Gravel

1. Si la bajada que vas a realizar tiene bastante dificultad no está de mas que te pares y eches una visual a ver dónde están los obstáculos más complicados y qué trazada es la más adecuada a seguir.

Inspeccionar el terreno te servirá para detectar grandes obstáculos…

En el caso de que no te hayas detenido y ya te hayas decidido a lanzarte, intenta ir con la vista puesta un poquito más allá para adelantar las acciones a tomar, ya que con una Gravel las distancias de frenada se alargan y tienes que estar preparado para cualquier eventualidad.

…e incluso pensar en las posibles trazadas.

2. Es muy importante que agarres el manillar en la parte baja del mismo y no sobre los escaladores. Es verdad que la postura es algo más forzada, sobre todo si estás acostumbrado a las Mtb pero, por un lado, podrás agarrarlo con toda la mano y los dedos (más control) y si, además tu manillar es de puntas abiertas, tendrás más palanca que con las manos sobre las manetas.

Manos en la parte baja del manillar…

El peligro de llevar ahí las manos es que se te pueda escapar una (en fuertes pendientes, incluso por el sudor) y que no accedas de una manera cómoda a las manetas de freno (postura algo forzada). Y es que si agarras el manillar en la zona baja, podrás llevar un dedo siempre (muy recomendable) sobre las manetas de freno para tener una respuesta instantánea.

Dedos en las manetas de freno y postura retrasada…

La postura tuya ‘a bordo’ también es fundamental: quizás tendrás que desplazar tu trasero un poco más atrás de lo que estás acostumbrado (sin perder sensibilidad en la dirección), ya que por diseño, en una Gravel llevas el cuerpo muy adelantado, cargando mucho peso en la rueda delantera. Por un lado está bien porque imprimes aplomo a la dirección, pero en un momento dado puedes salir por las ‘orejas’… trata de llevar más peso detrás.

Tómate las cosas con calma y, si hay que echar el pie más de lo normal y tus compañeros con Mtb te dicen que una Gravel ‘no vale para nada’, ya les esperarás cuando el terreno se ‘relaje’ un poco…

3. Antes de lanzarte chequea que no llevas la presión, en especial de la rueda delantera, como si estuvieras rodando por carretera, es decir, muy alta. No está de más que la quites un poquito la presión (si además tu neumático está tubelizado podrás jugar más con este ajuste) para que cuando afrontes zonas con obstáculos como piedras o raíces el neumático pueda absorber en mejor medida y así te lleguen menos vibraciones o sacudidas a la dirección.

No está de más quitar un poquito de presión en la rueda delantera…

Ojo con este punto porque un neumático de Gravel tiene menos aire que uno de montaña por lo que como te pases te vas a quedar sin aire: qué bien vienen las bombas que ya casi nos hemos olvidado de llevarlas con nosotros, ¿verdad??… pues ya sabes…

4. Se cuidadoso con la presión que ejerzas en los frenos. Si la bajada que estás realizando tiene, además de obstáculos, una fuerte pendiente, es muy fácil bloquear la rueda trasera; por un lado es muy delgada y por otro lado va muy aligerada ya que vamos cargando más peso en la rueda delantera que en una Mtb. Y es que en el momento que empieza a derrapar es complicado detener la montura, así que mucho tacto: pequeñas pulsaciones y a disfrutar.

En terreno de poco agarre se muy cuidadoso con los frenos…

5. En principio es bueno que a la hora de bajar por zonas con mucho obstáculo voluminoso (piedra grande, por ejemplo) lleves cierta inercia para que la rueda no se te clave en los agujeros que puedan quedar entre medias de esos obstáculos.

Pero la teoría es muy bonita y la realidad es que, si no estás muy habituado a bajadas muy complicadas, el lanzarte a ‘toda velocidad’ con una Gravel es algo arriesgado. Así que te recomendamos que te tomes las cosas con tranquilidad y que lleves siempre una marcha algo larga que te permita que la bicicleta salga disparada al mínimo golpe de pedal si ves que la montura se pueda atascar en algún sitio.

Conclusiones

Este reportaje no pretende ser el ‘santo grial’ de las bajadas en Gravel. Como te hemos comentado, nos hemos ido a realizar las pruebas para transmitirte nuestras sensaciones, pero entendemos que cada uno tiene las suyas… Lo que está claro es que has de conocerte y saber donde está tu nivel o cuáles son tus posibilidades.

Lanzarte porque sí, sin tener las cosas claras es un riesgo demasiado alto. Tómate las cosas con calma y, si hay que echar el pie más de lo normal y tus compañeros te dicen que una Gravel ‘no vale para nada’, ya les esperarás cuando el terreno se ‘relaje’ un poco… Lo importante es tu seguridad y no el qué dirán.

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José Escotto
¡El responsable de GoRide España! No falta experiencia en el área de la bicicleta (y el deporte en general) y mucho menos entusiasmo a la hora de difundir las últimas novedades sobre ciclismo y BTT.

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