Llega una época del año en la que el barro comienza a aflorar por todos los caminos de nuestra geografía. Bien sean generados por la humedad de la tierra que se deshiela tras una helada nocturna o por la abundancia de lluvias que hacen que determinadas zonas se conviertan en auténticos lodazales, el caso es que tenemos que lidiar con él en prácticamente todas las salidas que hagamos por el monte.
Hay cierto respeto al pilotaje por zonas embarradas aunque vamos a intentar dar “la vuelta a la tortilla” y que esas zonas, que hasta ahora te suponían un sufrimiento, a partir de ahora puedas encararlas con otra actitud más positiva e incluso de disfrute. Y si no, siempre podrás pensar que la técnica se mejora mucho más si te acostumbras a lidiar con los barrizales….asegurado.
Consejos…
1. Preparativos
Es posible que cuando salgas a montar no sepas exactamente si te vas a encontrar con algún tipo de barrizal pero estando en ‘el otoño casi invierno’ es muy probable que te encuentres con zonas embarradas. Si es así o de antemano ya sabes que tu ruta va discurrir por alguna zona de mucho lodo, intenta preparar tu equipación y tu montura para enfrentarse sin miedo a esa condición de la tierra.
Engrasa bien los componentes de tu bicicleta para que no sufran más de la cuenta, ten a mano productos lubricantes que estén enfocados a esas condiciones (hay lubricantes especiales para la humedad) y que no desaparezcan a la mínima por culpa del agua o barro.
No es una mala idea tener un juego de ruedas para el invierno ya que es muy importante que los neumáticos tengan un dibujo adecuado; y no solamente para el barro, sino también incluso para el terreno algo más resbaladizo que implica la lluvia. Es recomendable, como siempre que se demanda mucho agarre, que la presión de los neumáticos sea más bien baja; ojo, no es que tengas que ‘deshinchar las ruedas’….Las suspensiones: sabemos que no vas a andar ‘toqueteando’ las presiones a cada minuto, pero si puedes llevarlas algo más firmes, mejor ya que, si tienden a comprimirse en exceso, las ruedas perderán con mayor facilidad adherencia y la conducción se volverá más nerviosa e imprecisa.
Si usas pedales de plataforma (son una buena opción para poder echar rápidamente el pie al suelo) ten en cuenta que las zapatillas enfocadas a estos pedales suelen tener un taqueado excesivamente junto con poca adherencia en caso de echar ‘el ancla’…Busca en tu ‘ajuar’ (si tienes más de un par de zapatillas, claro) un calzado que tenga un buen taqueado para el agarre por si tienes que echar el pie…y también que no te de pena ‘embarrar’…
2. Inspecciona el terreno
No siempre es posible pero, cuando puedas, echa un vistazo por dónde te vas a meter; detecta posibles pozas de barro (huye de charcos aparentemente inofensivos, pueden ser profundos) en las que te hundas, otros obstáculos como piedras o ramas ocultas, etc., que dificulten tu progresión…Fíjate en las trazadas que ya existan, es buena idea aprovechar los surcos de otras rodadas…
3. Con decisión
Entra despacio, intenta llevar una buena cadencia ya que si aplicas mucha potencia a la rueda va a perder adherencia….se decidido y ‘juega’ con la bicicleta: llévala a tu antojo, que no te lleve ella, mueve el cuerpo, contrarresta las pérdidas de equilibrio, no has de ser ‘rígido ni inflexible’ ya que es fácil perder la trazada y ¡pedalea fuerte!…es un ‘arte’ que con la práctica vas a dominar, seguro….
Si el barro está en un tramo de subida, deberás cargar peso en la rueda trasera para que no pierda tracción, así que intenta pasar siempre sentado….en bajadas, los frenos hay que tocarlos lo menos posible: ojo, lo menos posible, pero si hay que frenar, se frena, pero con cuidado y preferiblemente el trasero….hacerlo con suavidad y pequeños toques para no perder agarre es una buena idea. Si tienes una eBike, todo lo anterior es igualmente válido, aunque piensa que el aporte de potencia puede ser un gran aliado eso sí, siempre que seas muy cuidadoso…aprovecha un modo de poco aporte de potencia (el más ‘ECO’ posible…), entra suave sin brusquedades y la bicicleta hará el resto.
4. ¡A lavar!
Pocas excusas hay para no lavar una bicicleta después de una salida pero, si te has metido en un ‘lodazal’, ¡no tienes ninguna!!. Hay que lavar la bicicleta, quitar ese barro pegajoso que no hará más que deteriorar cualquier componente. Asegúrate de quitar con agua (intenta ‘huir’ de los lavados a presión) todo resto de barro antes de ‘meterle mano’ a la bicicleta con esponjas o cepillos: si queda alguna partícula, arañarás la pintura.
Chequea bien los recovecos antes de terminar, ya que el barro se mete por cualquier sitio. Un cepillo de dientes viejo llega a todas partes….Ahora que hace frío y la humedad tarda en desaparecer, seca con un trapo tu bicicleta, al menos las partes susceptibles a oxidarse. Además, así engrasarás los componentes en seco y la dejarás lista para…¡el próximo barrizal!!
Agradecimientos: a GT Bikes/Cycling Sports Group por cedernos a la verdadera protagonista, la GT Force GT-E Amp. Y a Bike Comp por hacer lo propio con sus pedales Burget MK4, sus Gafas HILX Youngblood y sus zapatillas Ride Concepts Livewire.
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