Que la competición tiene una influencia directa en el diseño de las bicicletas no es algo nuevo. La mayoría de los avances tecnológicos se han probado siempre en competición pasando a la serie e instaurándose en nuestro habitual día a día.
Pero hay ciertos aspectos que nos hacen no solamente disfrutar de tecnologías o componentes probados en situaciones muy adversas, sino que además nos permiten sentirnos un poquito más profesionales: estamos hablando de los sistemas que hay para modificar la geometría de la bicicleta y que permiten personalizar más su comportamiento en función de nuestras necesidades.
En ese sentido quizás el sistema más conocido y más utilizado en la actualidad sea lo que se llama ‘flip chip’ y que se suele incorporar en un anclaje del amortiguador o de algún punto de giro del sistema de suspensión y que permite, de una manera fácil y cómoda, modificar ciertas cotas al variar dichos puntos de anclaje (volteando una pieza, girando un soporte, etc…): suelen ser generalmente los ángulos de la dirección y sillín, altura del pedalier, distancia entre ejes, reach…
En esta ocasión te vamos a hablar de otros sistemas menos conocidos (o usados) que también permiten resultados similares: por un lado los casquillos de dirección o direcciones ajustables (con la posibilidad de ser instalados en casi cualquier bicicleta) y el sistema de regulación de longitud de vainas…
Casquillos y/o cazoletas de la dirección ajustables
Ciertas bicicletas vienen suministradas, bien sea de serie u opcionalmente, con unos casquillos para la dirección. Pero también puedes adquirir un juego completo de dirección por separado (hay fabricantes de componentes que los ofrecen y que puedes instalar en tu bicicleta actual). Aunque los más conocidos son los que permiten variar el ángulo, hay otro parámetro posible que admiten algunos sistemas. Te resumimos:
1.La modificación más común es que, según el casquillo que insertes entre la dirección de la bicicleta y el tubo de dirección de la horquilla (o directamente cambiando el juego completo de cazoletas), puedes variar el ángulo de dirección en rangos que no van a ir mas allá de 2° (que ya son muchos). Este cambio implica también una variación de la distancia entre ejes y de la altura de la dirección: cuanto más se abra, más distancia entre ejes se consigue y más baja el tubo de dirección.
Vídeo de instalación de cazoletas de dirección para variar el ángulo (Wolf Tooth Geoshift Angle Headset)
2. También hay otros casquillos del tipo excéntrico que lo que permiten es modificar el offset de la horquilla alargando o acortando la distancia entre ejes. Este tipo de casquillos mantiene el ángulo de dirección intacto.
Este es un sistema muy enfocado a la competición ya que su manipulación es complicada, evidentemente: no es como para estar cada vez que salgamos de ruta cambiando casquillos. Pero es un ‘gadget’ que te permite modificar solo lo necesario (al modificar el ángulo, necesariamente varía la distancia entre ejes), es decir, los conocidos ‘flip chip’, bastante más cómodos de manipular, suelen variar más de una cota: la dirección, ángulo de sillín, altura de pedalier… y, sobre todo, que puedes instalar en tu bicicleta actual.
Sistema de regulación de la longitud de las vainas
Una especie de ‘Flip Chip’ se inserta en la vaina donde se ancla posteriormente el eje de la rueda trasera. Volteándolo, se consiguen variaciones en la medida de la vaina (por ejemplo, la Mondraker Summum que ilustra este apartado permiten variaciones de +- 5 mm…) y, por consiguiente, en la longitud total. De esta manera sí que podemos mantener el resto de las cotas intacto, permitiendo al usuario (o corredor) poseer un comportamiento prácticamente igual en cuanto al manejo de la dirección (mismo ángulo, mismo Reach, mismo Offset de la horquilla…) pero incrementando la estabilidad y aplomo.
Fotos y agradecimientos: Wolf Tooth (Wolf Tooth Components) // Mondraker (Mondraker Summum)
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