Los cuadros de bicicleta fabricados de fibra de carbono son cuadros de alto rendimiento que debemos manejar y cuidar con precaución. Y es que su diseño ha sido concebido para soportar las fuerzas y tensiones provocadas durante el uso previsto, por lo que todo lo que se salga de dicha previsión podría dañarlo estructuralmente. Es muy importante seguir unas pautas tanto en su uso como en su mantenimiento para garantizar así su larga duración.
Es muy importante que conozcas los ruidos (o no ruidos) que habitualmente se producen en tu bicicleta para detectar posibles problemas venideros.
10 consejos a tener en cuenta
1.Tener conocimiento de cómo es nuestro cuadro es muy importante. Fijarnos en ruidos o crujidos que antes no estaban servirán para detectar fallos del propio cuadro o de los componentes en él instalados. Es importante detectar un cambio en las características de manejo o la calidad de conducción de nuestra montura.
2.Si se cae la pintura y aparece una grieta en la matriz del carbono, o si presionamos un área fragmentada y oímos algún tipo de ruido, es importante verificar el estado del cuadro. También es un problema que la fibra de carbono quede expuesta sin su capa protectora de laca y pintura, ya que será algo más susceptible a los daños e incluso a las inclemencias meteorológicas. Ante cualquier duda, acude a un centro especializado.
3.Aunque, por su composición, es difícil deteriorar la fibra de carbono, productos con composiciones químicas agresivas pueden dañar la pintura y el lacado, así como otros componentes accesorios que se puedan incorporar (piezas en aluminio, como pueden ser las roscas del pedalier). No cuesta nada utilizar productos específicos para su limpieza o, en su defecto, jabones neutros habituales en nuestro hogar (gel de baño, champú,…). Y es que la limpieza es fundamental para el cuidado de nuestra montura. Para limpiar el cuadro, con un cepillo suave de pelo largo o una esponja evitaremos rayar el lacado. Si nuestras llantas fueran de carbono, un estropajo de fibra sintética suave será suficiente.
4.Protege el contacto del cableado contra el cuadro, ya que un cable continuamente rozando provoca desgaste e incluso roturas. Unos protectores adhesivos evitarán roces. Tampoco está de más proteger partes del cuadro expuestas a roces o golpes con las piedras mediante láminas adhesivas.
5.A la hora de instalar componentes de carbono que estén en contacto directo también con el mismo material (por ejemplo una tija de carbono, un manillar y una potencia…), es importante utilizar pasta de montaje para carbono, asegurándonos con ella una correcta fijación y protección.
6.A la hora de apretar la tornillería del cuadro o componentes de carbono, es muy importante respetar el par de apriete para no producir fisuras. Hacerse con una llave dinamométrica para controlar dicho apriete es una inversión que amortizaremos tranquilamente a lo largo de la vida del cuadro.
7.Tenemos que ser muy cuidadosos a la hora de transportar nuestra bicicleta en un portabicis de un coche. O si disponemos de un brazo de taller para nuestras reparaciones: a la hora de sujetar la bicicleta, no estrangulemos con las abrazaderas las fibras del cuadro por un excesivo apriete. Proteger la pintura y el lacado con algún trapo o tela tampoco está de más. Mucho cuidado, por otro lado, con las sillas portabebés que con mucha ilusión instalamos: los cuadros no se han hecho pensando en ellas, por lo que tendremos que extremar las precauciones a la hora de fijarlas (hay marcas que incluso no recomiendan su instalación).
A la hora de apretar la tornillería del cuadro o componentes de carbono, es muy importante respetar el par de apriete para no producir fisuras.
8.Si hemos adquirido una horquilla y lleva un tubo de fibra de carbono, no debemos reutilizar la araña que sujeta la tapa de la potencia, ya que lo dañaría. Existen para ello unos tubos expansores diseñados expresamente para el carbono.
9.Mucho cuidado dónde dejamos nuestra bicicleta. Parece una obviedad, pero no sería el primer caso el dejar una bicicleta apoyada en una fuente de calor (radiadores, calderas de un garaje,…), deformándolo hasta dejarlo inservible. Tenemos que evitar el contacto del cuadro con objetos duros, afilados o puntiagudos.
10.Si vamos a hacernos con una bicicleta de fibra de carbono de segunda mano es muy importante probarla a fondo para detectar ruidos extraños o alarmantes, y es que la pintura en ocasiones puede esconder grietas o fisuras. La modalidad a la que pertenezca la montura también te dará una idea del uso que ha tenido, así como el perfil del vendedor. Ante la duda, deséchala.
Preguntas importantes:
¿Sabes qué es el par de apriete?
Es la fuerza con la que se debe apretar un tornillo o una tuerca. El par se expresa en unidades de fuerza multiplicada por distancia, siendo las medidas más habituales el Nm (Newton por metro) o la Lbf-ft (Libra por pie). Para un correcto apriete se usan llaves dinamométricas.
¿Deben ser reemplazadas las piezas de carbono después de una caída?
Hay componentes en nuestra montura en los que, tras una caída, su estructura interna podría quedar dañada definitivamente, por lo que deberíamos revisarlos concienzudamente. Existen dos componentes de nuestra montura muy susceptibles a los golpes: el manillar y la tija. Tenemos que realizar las siguientes comprobaciones:
1. Inspección visual: Realizar un chequeo visual por si se ha producido en la caída algún golpe.
2. Aplicación de carga: Por un lado, tenemos que hacer fuerza sobre el manillar en todas las direcciones, comprobando si en alguna cede notablemente más que en las otras. En ese caso determinaremos que está dañado. Con la tija podemos hacer algo parecido, para comprobar si se dobla más en una dirección que en otra.
3. Aplicación de estrés: Comprobaremos si al someter al manillar o a la tija a fuerzas sucesivas en todas direcciones hacen ruido.
Ante la más mínima duda, por seguridad, es recomendable la sustitución de los componentes dañados.